Jaume Matas impulsó la construcción "de un edificio emblemático destinado a las artes escénicas en Palma" (el Palacio de la Ópera) y dispuso que el Govern invirtiera 1,2 millones de euros en ese proyecto sin contar con los terrenos para levantarlo. El principal encausado en el sumario quería edificar la Ópera en una punta del Moll Vell y en suelo ganado al Mar, unos bienes propiedad de la Autoritat Portuària de Balears. Otras irregularidades que investigan el juez Castro y la fiscalía anticorrupción son el carácter no original del teatro y el hecho de que Calatrava, reclamara la propiedad de la maqueta de la Ópera, pese a haber cobrado del Govern por ella. El arquitecto presentó en 1989 una maqueta muy similar en un concurso en Suiza.