El matadero de ganado de Palma, Carn Illa, ha dejado de funcionar "hasta nueva orden", según ha informado a EFE la empresa -participada por el Govern y el Ayuntamiento de la capital balear-, que ha tenido que parar su trabajo habitual por no tener ningún lugar en el que depositar y tratar los residuos.

En la misma situación se encuentra la cooperativa Ramaders Agrupats de Felanitx, que también se están planteando la posibilidad de cerrar sus puertas hasta que se busque una solución a sus necesidades de tratamiento de residuos.

En Baleares, según ha explicado el presidente de ASAJA Balears, Biel Company, hoy en una rueda de prensa, existen un total de cuatro mataderos de ganado (Inca, Manacor, Felanitx y Palma), a los que se suman otros de aves, como Matisa, en Palma, en el que el pasado año fueron sacrificados 2,7 kilos de aves.

En el matadero de Carn Illa entraron en julio 540 cerdos, 3.200 "porcellas" y 550 vacas; al año son unos 300.000 en todos los mataderos de las islas, una cantidad que genera grandes masas de residuos para los que no hay más sistema de tratamiento que una finca con gusanos que devoran los restos cárnicos y luego sirven de abono.

Esta finca de lombrices, ubicada en el municipio de Llucmajor, recibe muchos más residuos de los que es capaz de tratar, por lo que son habituales los malos olores en la zona, que han hecho a los vecinos del entorno pedir su urgente supresión.

Sin embargo, si esta opción desaparece no solo tendrían que cerrar algunos mataderos, sino que toda la isla se quedaría sin un lugar a donde llevar los residuos cárnicos y los ganaderos tendrían que mantener a los animales más tiempo de lo debido y perder el negocio.

El responsable de ASAJA ha comentado que en tratamiento de este tipo de residuos hay dos opciones, la incineración -que se practica en Menorca- o la colocación de un digestor -que tritura el residuo, lo convierte en harina y éste se usa para pienso o se quema.

Company ha lamentado que "a estas alturas" Mallorca continúe sin tener nada de esto y ha recordado que, en el año 2000, con el primer Pacte de Progrés, se perdió la oportunidad de una subvención "milmillonaria" de la UE para ubicar en la isla un digestor.

"Los políticos de Baleares han estado de vacaciones demasiado tiempo con este asunto", ha denunciado Company, a quien esta misma mañana sus compañeros de Felanitx han expresado su preocupación al respecto.

Urge una solución, según Company, porque "mirar para otro lado se ha de acabar"; a su juicio, lo de los residuos cárnicos es "un problema grave derivado de la dejadez del Govern", de un continúo "pasarse la pelota" de una administración a otra, más ahora que se ha suprimido la Conselleria de Agricultura, ha apostillado.