La escuela de verano de la Asociación de Madres de Discapacitados de Balears (Amadiba), que se organiza desde hace quince años, acoge en su última edición a 190 niños, jóvenes y adultos con limitaciones psíquicas y alto grado de dependencia.

El conseller de Salud y Consum, Vicenç Thomàs, visitó ayer las instalaciones del colegio Camilo José Cela de Palma, centro principal de un programa de actividades lúdicas y formativas que también se desarrolla en Inca, Llucmajor, Marratxí y Santa Margalida.

Thomàs resaltó la función social de la escuela de verano. Además de mejorar la atención a los discapacitados intelectuales, con su escuela de verano Amadiba pretende facilitar el descanso de los familiares dedicados a su cuidado.

Además, los chicos se divierten con los talleres. Entre otras actividades, los participantes realizan salidas a la playa, juegan al golf y practican vela.

Papel esencial

El conseller destacó el importante papel que juega la entidad ya que da cobertura a lo largo de todo el año a las familias y a sus hijos a través de los centros de día y residencias.

El titular de Salud aprovechó la visita para disertar con los responsables de la entidad y conocer futuros proyectos.