La ayuda autonómica de 500 euros para la compra de un automóvil está a punto de agotarse y muchas ventas apalabradas se pueden quedar sin el citado complemento. El Govern balear destinó 1,8 millones a subvencionar las adquisiciones de coches nuevos durante 2009 y 2010. Pero esta cantidad se ha revelado insuficiente a los cuatro meses de su puesta en marcha.

La Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA), encargada de repartir los fondos de la Administración, ha comunicado por carta a los concesionarios baleares que ya sólo queda un 20% del capital aportado por el Ejecutivo autonómico. Este remanente se ha distribuido proporcionalmente en función de las ventas realizadas hasta ahora, de manera que cada negocio conoce ya el número de operaciones que puede cerrar aplicando la ayuda de 500 euros.

Sin embargo, muchos concesionarios han acordado más transacciones subvencionadas de las que les corresponde, porque no esperaban que el dinero del Govern se agotara tan pronto. Una circunstancia similar se ha producido en la Comunidad Valenciana, donde muchos clientes se han replanteado la adquisición de un vehículo, puesto que como ocurre en Balears, ya sólo cuentan con los 500 euros aportados por el Gobierno central y los 1.000 de los fabricantes.

En mayo, el Ejecutivo autonómico de Francesc Antich se unió a regañadientes al Plan Nacional 2000E dirigido a rescatar al sector del automóvil. Aportó 1,8 millones. De no haberse sumado a la iniciativa del presidente Zapatero, Balears se hubiera convertido en la única Comunidad de la órbita socialista que se desvinculaba del programa cocinado en Madrid. El conseller de Presidencia, Albert Moragues, reconoció que las islas no eran las principales beneficiarias de la medida, puesto que no disponen de factorías de automóviles, aunque sí de numerosos concesionarios. Sin embargo, dijo Moragues, "nuestra obligación es estar al de Zapatero porque la Comunidad ha sido la principal receptora de fondos procedentes del Plan Renove" de hoteles.