Alrededor de 65 jueces de Balears se han concentrado hoy ante la Tribunal Superior de Justicia de la comunidad para pedir al Ministerio de Justicia que atienda sus reivindicaciones y aporte soluciones a una administración que, a su juicio, arrastran numerosas carencias, algunas históricas.

Esta concentración, que ha durado unos quince minutos, ha coincidido con la primera jornada de huelga que los jueces españoles han llevado a cabo en toda la historia. Un paro que en Baleares ha obtenido un seguimiento de más de un tercio (38 por ciento) de los 101 magistrados que hay en las islas -sin contar los sustitutos-.

Las reivindicaciones fundamentales de los jueces que ejercen en Baleares son la informatización adecuada del sistema, la mejora de las infraestructuras de las dependencias judiciales actuales y el incremento de la plantilla, dimensionada de acuerdo con la carga de trabajo actual.

Las tres asociaciones judiciales con representación en Balears (Asociación Profesional de la Magistratura, Francisco de Victoria y Jueces por la Democracia) se han sumado a la opinión del juez decano de Palma, Francisco Martínez Espinosa, al señalar que para asumir el actual volumen de causas se precisaría duplicar la plantilla.

Espinosa ha defendido como reivindicación fundamental el establecimiento "ya" de la Oficina Judicial y la delimitación clara de las responsabilidades del juez; asimismo, respecto de las infraestructuras, ha hecho hincapié en la precariedad del juzgado número ocho de Palma y la Justicia Civil de primera instancia.

Acerca de este último, Espinosa ha comentado que se ha informado ya al vocal del Consejo General del Poder Judicial de Balears señalando la necesidad de que se incorporen al menos 16 jueces para poder asumir el trabajo actual.

Una carga laboral que, según ha explicado el juez Alejandro Roa, representante de la Asociación Profesional de la Magistratura, ha aumentado "con una proporción alarmante" debido a la crisis económica por la que pasa el país: "el volumen de entrada de asuntos se ha disparado, si en 2008 la cifra necesaria de jueces era X ahora habría que duplicarla", ha afirmado.

Las soluciones de la justicia en Balears no pasan por el incremento del número de juzgados, sino del de magistrados en los ya existentes, según ha remarcado el juez Gabriel Fiol, representante de Jueces por la Democracia, asociación que no se ha sumado a la huelga pero que sí se ha sumado al acto de protesta ante el TSJIB.

Fiol ha subrayado la unidad asociativa de los magistrados de toda España en la lucha por conseguir mejorar la administración de Justicia y se ha adherido a las reivindicaciones "nacionales" que jueces de toda España defienden hoy con su primera huelga.

El juez decano de Palma, tras la concentración ante el TSJIB, rodeado por decenas de sus compañeros, si bien ha mostrado su acuerdo con las peticiones nacionales, ha optado por leer un manifiesto en el que ha señalado el sentimiento de los jueces en las islas.

En él justifica el derecho a la huelga de los jueces en años de reivindicaciones silenciosas que no han recibido respuesta; en la proporción "tercermundista" de diez jueces por cada 100.000 habitantes en España y en el esfuerzo realizado por los magistrados a diario fuera de sus horarios habituales.

"Los jueces estamos cansados de que a través de la machacona invocación de nuestra condición de poder del Estado se pretenda que guardemos silencio ante tanta desidia, ante tantas carencias y tantos despropósitos. Por eso no nos queremos callar, porque nos haríamos cómplices de responsabilidades ajenas", ha dicho Espinosa.

A este sentimiento se han sumado el resto de asociaciones, al igual que los jueces de Ibiza que, desde que se habló por primera vez de huelga, han mantenido su respaldo a la movilización que hoy han secundado al igual que en Palma.

Los partidos judiciales de Inca, Manacor, Mahón y Ciutadella la jornada a transcurrido con normalidad, si bien los jueces de Manacor se han concentrado en un sala de vistas para reclamar, como en la capital balear, soluciones a su precariedad.

Todos ellos, salvo un cambio en el talante negociador del Ministerio, mantienen una convocatoria de huelga para el próximo 26 de junio, a la que han acordado ir todos. "Esperemos que de aquí al 26 de junio no existan razones para realizarla", ha señalado Espinosa.