Uno de cada cuatro habitantes de Balears será extranjero en un plazo de unos cinco años, según apuntan los expertos consultados por DIARIO de MALLORCA. Pere Salvà, doctor en Geografía Humana de la Universitat balear, destaca que en su opinión en este momento el porcentaje de personas de nacionalidad no española que residen la mayor parte del tiempo en las islas suponen el 22% de la población, por encima del 18,4% publicado el lunes por el Instituto Nacional de Estadística, ya que muchos comunitarios -sobre todo alemanes y británicos- prefieren seguir empadronados en sus países.

Pere Salvà pronosticó que el crecimiento de la población del archipiélago, impulsado por la llegada de inmigrantes, se va a mantener aproximadamente hasta 2011, año en que se podría superar ligeramente las 1.100.000 personas y la tasa de extranjeros quedar colocada en torno al 25%. A partir de ese momento, el doctor en Geografía Humana consideró que será difícil seguir creciendo por una simple cuestión de saturación de los recursos.

En cualquier caso, tanto Salvà como el director del Centre de Recerca Econòmica de Sa Nostra y la Universitat, Antoni Riera, coincidieron en que la economía balear está absorbiendo esa llegada de obra sin excesivos problemas, como lo demuestra el descenso en las tasas de desempleo, y se apunta que a corto plazo su presencia está resultando positiva, ya que el consumo que realizan impulsa la creación de riqueza. También han permitido mejorar la relación existente entre cotizantes a la Seguridad Social y jubilados, garantizando que estos últimos puedan cobrar sin problemas sus pensiones.

Además, se destaca que hoy por hoy los inmigrantes ocupan, en la mayoría de los casos, empleos que no son deseados por los isleños o en los que no existe suficiente mano de obra -como en el cuidado de personas mayores o en la construcción-.

Esta "complementariedad" se considera básica para explicar la ausencia de conflictos sociales -aunque sí hayan podido registrarse en algunas barriadas palmesanas-, y se advierte que esta paz podría verse rota en el caso de que esa relación se transforme en una "competencia" por el mismo puesto de trabajo debido a una posible desaceleración económica.