Fútbol

El "equipo en construcción" del Barça de Xavi

El entrenador azulgrana se escuda en el escaso tiempo que ha tenido para justificar la derrota ante el Girona

Xavi llama la atención de sus futbolistas durante el partido con el Girona.

Xavi llama la atención de sus futbolistas durante el partido con el Girona. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

Empezó Míchel a trabajar el mes de julio de 2021 en el Girona, en un club, una plantilla y una ciudad desconocidos para él, y en Segunda División, categoría que, por el contrario, conocía por haber ascendido desde ella al Rayo Vallecano y al Huesca. Cinco meses más tarde reaparecía Xavi Hernández en Barcelona, su ciudad -con permiso de Terrassa-, en su club, para dirigir una plantilla que no le era extraña como seguidor culé que es.

Se enfrentaron Michel y Xavi en Montjuïc y esos cinco meses no justifican la diferencia que se vio en el césped comparadas las hechuras del Girona y el Barça. "Tenemos un equipo en construcción"; dijo Xavi, escudándose en la hipotética escasez de tiempo para culminar el trabajo que ha emprendido.

Los jugadores del Girona celebran su triunfo ante los azulgranas.

Los jugadores del Girona celebran su triunfo ante los azulgranas. / Jordi Cotrina

Un equipo hormigonado

El cara a cara dejó en mal lugar al entrenador azulgrana por la redondeada obra que pareció el Girona y la desorientación que extravió al Barça, cuando las últimas actuaciones daban a entender que había encontrado el rumbo. Eso dijo Xavi, que en la derrota se refugió en la frescura de los cimientos del proyecto, negándole ahora la solidez al vigente campeón que logró el título mostrándose como un equipo hormigonado que apenas encajaba goles.

Ahora, pese al tiempo transcurrido, defiende peor. También ataca peor. Y presiona peor. Todo lo hace peor. O lo hizo peor frente al Girona, que le exigió el nivel que suele exigir un aspirante a campeón, el líder de la Liga en cualquier caso. Tal que el cemento aplicado en esa construcción hubiera desarrollado la aluminosis, desintegrando la arena.

Xavi y Míchel.

Xavi y Míchel. / Jordi Cotrina

Un once de experiencia

El equipo en construcción de Xavi presentaba tres fichajes en el once titular: João Cancelo, Ilkay Gündogan y João Félix. Pero el Girona tenía a cuatro jugadores nuevos llegados el pasado verano: Eric Garcia, Daley Blind, Artem Dovbyk y Sávio.

¿Tal vez aludía a la juventud del Barça? Pedri era el más joven, con 21 años (y tres temporadas en la entidad); luego le seguían Iñaki Peña y Ronald Araujo con 24. De blanco vistió el más joven del campo, Sávio (19), acompañado de Yan Couto (21), Eric y Miguel Gutiérrez (22).

Le sobraba experiencia al Barça. A Xavi le ha faltado tiempo, lamentó, y así justificó la endeblez de su obra dos años y un mes después de que Joan Laporta le convirtiera en el arquitecto. Y a Xavi le faltan más cosas en la plantilla. El entrenador miró al campo para señalar las carencias que justificaban el meneo.

Pedri e Iván Martín.

Pedri e Iván Martín. / Jordi Cotrina

Faltó contundencia defensiva en los goles del Girona y contundencia ofensiva con solo 2 tantos en 31 intentos

Defensa, centro y ataque

El entrenador mencionó la falta de contundencia, acusando a los defensas de tibieza, algo claramente visible al ver la pachorra con que Yan Couto progresó en el 0-1, o la facilidad con que Miguel se coló hasta el área en el 1-2, por no decir la intimidación que ejerció Stuani sobre otro uruguayo, Araujo, antes de que Koundé levantara el pie ante Valery en el balón dividido que derivó en el 1-3.

Aludió Xavi a la falta de efectividad en ataque aludiendo a la impericia de los delanteros, después de repetir los 31 disparos al marco de Gazzaniga, el récord de intentos del equipo de Xavi. No hubo un poste que reforzara la excusa, y sí otro claro cabezazo fallido de Lewandowski y malos tiros de Raphinha. Anotó el ariete polaco en un córner y acertó Gündogan, el mediocentro, que irrumpìó en el área ajena en la fase de desesperación local.

Miguel anota el gol del 1-2 en Montjuïc.

Miguel anota el gol del 1-2 en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Autocrítica en la plantilla

Denunció el entrenador la mala ejecución de la presión, tanto la adelantada por la posterior a la pérdida del balón, denunciando a los centrocampistas, por la escasa prontitud de reacción. "Colectivamente no defendimos como era necesario, el Girona pudo mantener el balón incluso bajo nuestra presión”, reconoció Ilkay Gündogan. "No hemos estado finos con el balón, yo tampoco", se fustigó Frenkie de Jong, en sendas manifestaciones de autocrítica aisladas.

Xavi, en cambio, creía que el juego del Barça "no ha estado mal", y que la derrota cayó del lado del Girona como podía haber sido barcelonista. "Tuvimos el partido en nuestras manos; no aprovechamos nuestros momentos y el Girona, sí", explicó en una lectura que buscó la vertiente positiva.