Baloncesto

El Real Madrid pasa por encima del Barça y estará en la final de la Supercopa (80-90)

Facundo Campazzo, en su regreso al conjunto blanco, y Dzanan Musa rompen en el partido en la segunda mitad ante un cuadro azulgrana que se queda sin gasolina antes de tiempo

José Pablo Guillén

El Real Madrid es el primer clasificado para disputar este domingo la final de la Supercopa Endesa (19.00 horas, Movistar +). El conjunto blanco se ha impuesto en el Clásico al Barça (80-90) en un partido en el que la irrupción de Dzanan Musa en la segunda parte y el regreso de un Facundo Campazzo que parecía que nunca se fue acabaron marcando las diferencias. Los de Roger Grimau, aún en construcción tras la revolución en su plantilla de este verano, se quedaron sin gasolina antes de tiempo, a pesar de un buen arranque en el Palacio de los Deportes de Murcia, y tan solo Nico Laprovittola (27 puntos y 5 asistencias) fue capaz de hacer daño.

Y eso que fue el Barça el que entró con mejor pie al partido, aguantando a los de Chus Mateo atrás y tomando las primeras ventajas en el marcador. Laprovittola destacó en los primeros veinte minutos, con 18 puntos al descanso, pero el argentino se quedó muy solo en la faceta ofensiva. De hecho, tan solo Satoransyk, con 14 puntos, fue capaz de alcanzar las dos cifras en su registros. El Real Madrid, por su parte, fue de menos a más durante todo el partido al ritmo de un Campazzo aclamado en el regreso a la ciudad que le vio brillar con 17 puntos y 5 asistencias. Al argentino y Musa también se le sumó un colosal Tavares que acabó por bloquear el juego interior azulgrana con las novedades de Joel Parra o Willy Hernangómez.

Sin Brizuela

Con un ritmo altísimo y a los mandos de Campazzo, el Real Madrid arrancó el partido con dificultades en ataque al no encontrar lanzamientos cómodos. Aún así supo aguantar ante un Barça mucho más entonado en defensa y con un Laprovittola que llevó todo el peso anotador en la primera parte (6-2). Dos triples consecutivos del argentino neutralizaron un parcial de 2-8 del Real Madrid y devolvieron la iniciativa a un Barça (16-15) que perdió a Darío Brizuela nada más saltar a pista. Un golpe con Tavares en su primera acción le provocó una brecha en el ojo que le impidió regresar y el conjunto azulgrana logró pegar un arreón en los últimos compases para tomar la primera ventaja de un primer cuarto que cerró Sergio Rodríguez con un inverosímil triple sobre la bocina (25-22). 

Lejos de imponer su ritmo, los problemas ofensivos continuaron en el Real Madrid al no poder sacar petróleo del lanzamiento exterior. El conjunto blanco trató de buscar a sus pívots por encima del aro, pero tampoco hubo suerte. El Barça parecía tener la tecla para desconectar a su rival, sin embargo, cuando el cansancio apareció fue el Real Madrid el que marcó las diferencias. Primero encontrando la fórmula atrás y después con un Campazzo eléctrico que cogió las riendas y obligó a Grimau a pedir tiempo muerto (32-30). En estos últimos compases de la primera mitad el intercambio de canastas mantuvo la igualdad en el marcador, con Laprovittola anotando 18 puntos en la primera mitad y un Madrid que acabó por delante gracias a su dominio en el rebote ofensivo con Tavares (40-42).  

Campazzo y Musa irrumpen

El partido se abrió con el inicio del tercer cuarto y aparecieron dos nombres propios para el Real Madrid. Primero el de Dzanan Musa, con once puntos en este periodo y con tres canastas consecutivas nada más comenzar (45-50), y después con un Facundo Campazzo (10 puntos en el tercer cuarto) que comenzó a desplegar su show de diabluras sobre el parqué para marcar las diferencias. El Barça, que solo encontraba a Laprovittola para anotar con regularidad, aguantó el tipo siempre que el argentino estuvo sobre el parqué (54-54), a pesar de que Kalinic y Satonraksy irrumpieron en el partido. Jabari Parker se estrenó con su primer triple a dos minutos para finalizar el cuarto (58-60), pero de nuevo la presencia de Tavares en la zona, junto a Campazzo desatado en ataque, bloquearon a los azulgranas (59-67).  

Un triple de Dzanan Musa elevó la renta del Real Madrid hasta los 11 puntos a falta de siete minutos para finalizar el encuentro, por lo que los de Chus Mateo entraron en la fase decisiva con un buen colchón de ventaja (61-73). En el Barça no aparecía nadie que no fuera Laprovittola para crear problemas a la defensa rival, y con Campazzo en el banquillo fue el jugador bosnio el que finiquitó el partido con su repertorio de canastas cuando todavía restaban cuatro minutos para el final (66-81). La confianza sobre la pista y el viento a favor permitieron al conjunto blanco divertirse sobre la pista durante estos instantes para acabar de cerrar un partido en el que el Barça se quedó sin gasolina antes de tiempo (80-90).