El último grande del año

Sabalenka - Gauff, el mejor duelo posible por el título en el Abierto de tenis de EEUU

El partido tendrá lugar este sábado a partir de las 16.00 horas

Aryna Sabalenka y Coco Gauff, las finalistas del Abierto de Estados Unidos.

Aryna Sabalenka y Coco Gauff, las finalistas del Abierto de Estados Unidos. / EUROPA PRESS

Idoya Noain

No ha habido este año una jugadora más consistente que Aryna Sabalenka, la bielorrusa de 25 años que inauguró su palmarés de grandes en Australia, sumó títulos en Adelaida y Madrid, ha acumulado cinco semifinales de grandes consecutivas y que el lunes por fin alcanzará la meta tanto tiempo perseguida de ser número 1 del mundo, relevando ahí a la polaca Iga Swiatek.

No hay en este momento una tenista que muestre mejor estado de forma y más potencial que Coco Gauff, la adolescente de 19 años que ya a los 15 dio un aviso al mundo en Wimbledon y que ahora más esperanzas e ilusiones da al tenis de Estados Unidos de tener una nueva estrella, una vez que su universo solo tiene como recuerdo el brillo de Serena Williams, que colgó hace un año la raqueta.

No podía por ello soñar el Abierto de Estados Unidos con un duelo mejor para decidir este sábado a partir de las 4 de la tarde (22.00 horas en España) su nueva reina que un duelo entre ambas. Pero es lo que ha conseguido, después de dos intensas semifinales el jueves.

Los dos partidos

En la primera Gauff, en lo alto de una ola a la que se subió con sus primeros títulos de WTA 500 y 1000 en Washington y Cincinnati y que le ha llevado a navegar con determinante superioridad sus encuentros en el Abierto, resistió el empuje de la virtuosa checa Karolina Muchova, finalista este año en Roland Garros. Armada con su potente saque, con esa capacidad hoy inigualada de cubrir la pista y una cabeza cada vez mejor amueblada, la joven mantuvo la concentración pese a una protesta de activistas medioambientales que paralizó casi 50 minutos el juego cuando ya iba un set arriba y 1-0 en el segundo.

Tras cinco oportunidades desaprovechadas de sellar el partido, Gauff culminó finalmente con un 6-4 y 7-5 un triunfo que le da su segunda final tras la del año pasado en París y le convierte en la estadounidense más joven en el duelo definitivo en Arthur Ashe desde que Williams lo librara, y ganara, en 1999, abriendo su palmarés de 23 grandes. Los hitos de la leyenda están, obviamente, a años de luz de distancia, y Gauff elude las comparaciones con la humildad requerida, pero con su precocidad sigue forzando a colocar sus nombres juntos.

En la segunda semifinal, una Sabalenka irreconocible en el arranque, que no consiguió ante Madison Keys ni un juego en el primer set, se recompuso para luchar y rugir como el tigre que lleva tatuado. La estadounidense llegó a servir para el partido en el segundo set y en el tercero puso a Sabalenka 2-4 al resto, pero la bielorrusa, en la segunda muerte súbita de la noche, selló su resurrección. El 0-6, 7-6 (7-1) y 7-6 (10-5), su único encuentro a tres mangas en este Abierto, le dio el pasaporte a la cita con Gauff.

En las cinco ocasiones previas en que se han encontrado, la estadounidense ha sumado tres victorias y dos derrotas. Cuando los partidos han sido sobre cemento, también Gauff lleva ventaja de 2 a 1, pero en el último, en cuartos en Indian Wells, quien se impuso 6-4 y 6-0 fue Sabalenka, aunque sabe que no se va a encontrar con la misma rival esta vez. “Ha mejorado mucho, es diferente”, asegura sobre Gauff.

El juego y la madurez

Pase lo que pase este sábado, la de Minsk tendrá su número 1 y Gauff, actualmente en el puesto 6, será ya la nueva reina del tenis estadounidense. Porque con Coco sin duda ha nacido una estrella, más allá de lo tenístico, un campo donde gracias al trabajo del catalán Pere Riba, al que después de una temprana salida en junio en Wimbledon se ha sumado Brad Gilbert, ha mejorado aspectos como el juego de pies y el resto en el primer saque pero también su enfoque de disfrute y la confianza y la concentración en sí misma.

Es ahora una tenista que se sabe “más capaz y más madura” y, a sus tiernos 19, está decidida a no dejarse llevar por la presión propia ni exterior. Siente el “orgullo” de haber llegado hasta donde lo ha hecho. Y no ha perdido su personalidad, una en la que entra una determinación de no eludir alzar su voz en cuestiones de justicia racial o social.

Lo demostró tras la protesta climática en su partido, alargada porque uno de los activistas pegó sus pies descalzos al cemento de las gradas. “Se ha hecho de forma pacífica. Si es lo que sintieron que tenían que hacer para que se les escuchara, no puedo realmente molestarme”, explicó Gauff.

Habló también de “momentos que definen la historia” y señaló a la realidad del cambio climático, una emergencia que se ha dejado sentir precisamente en esta edición del Abierto. Porque la segunda semana ha estado dominada por temperaturas y humedad extremas que han llevado a los jugadores a su límite, Y lo advirtió Daniil Medvedev, el rival en semifinales de Carlos Alcaraz, mientras libraba su partido de cuartos. “Un día va a morir un jugador”.

El deporte, recuerdan, no lo es todo