Tenis

El futuro de Rafa Nadal: Y ahora qué

El tenista mallorquín aparca el tenis por primera vez en su vida «para disfrutar de la libertad de no tener horarios» y dedicará su tiempo a la academia, la famila, la navegación y el golf

Nadal se dispone a iniciar la rueda de prensa, el jueves en Manacor.

Nadal se dispone a iniciar la rueda de prensa, el jueves en Manacor. / Efe

Ricard Cabot

Ricard Cabot

«El día que Nadal se retire, que nadie se preocupe porque tiene la vida perfectamente planificada. Le quedan tantas cosas pendientes por hacer que no le bastará el tiempo», comenta a este diario una persona de su entorno que prefiere mantenerse en el anonimato. El inicio de la nueva vida del tenista de Manacor comenzó el pasado jueves cuando anunció, en su academia, «un punto y aparte» en su carrera profesional para intentar recuperarse de su lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda que se produjo en el Abierto de Australia el pasado mes de enero.

Nadal, que anunció que no entrenará en los próximos meses      -«todos necesitamos desconectar», dijo, en referencia a él y a su equipo, presente en su adiós temporal-, se dispone a iniciar una nueva vida tras una decisión que, dijo, «no he tomado yo, sino mi cuerpo, que ha levantado la bandera y ha dicho hasta aquí».

Durante los próximos meses, por primera vez desde que se iniciara en el mundo de la raqueta a los cuatro años de la mano de su tío Toni, dejará a un lado el tenis para poner en práctica «los planes» que tiene pensado. «Cosas que no he hecho durante los últimos veinte años, disfrutaré de la libertad de no tener horarios y, después, a darlo todo para poder disfrutar de una traca final», dijo el jueves en su academia.

Los próximos meses de Nadal estarán dedicados a su academia. Aprovechará para estar más en el día a día del proyecto que le debe ocupar el tiempo de forma permanente cuando su retirada del tenis sea definitiva. 

Aprovechará también el campeón de 22 grandes para practicar una de sus grandes pasiones, la práctica del golf. Habitual en el campeonato de Balears, a Nadal no se le dan nada mal los palos de golf, de la misma manera que, en su juventud, destacó en el fútbol. 

Lógicamente, la familia requerirá buena parte de su tiempo, aunque debido a su obligada y larga inactividad desde enero ha podido disfrutar de su hijo Rafel, nacido el pasado mes de octubre.

La navegación, ahora que llega el verano, ocupará también una parte importante de su día a día. A bordo de su catamarán de lujo, de 370 metros cuadrados, pretende olvidarse de los malos momentos por los que ha pasado en los últimos meses. El último verano ya se le pudo ver en distintos puntos de la isla en compañía de familiares y amigos, siendo un habitual de Es Trenc.

Además, Nadal se dispone a empezar la mudanza a su nueva casa, a comienzos de este verano, una vivienda situada en un terreno de 7.000 metros cuadrados en la parte más alta de Porto Cristo, con cuatro volúmenes edificados, jardín y piscina. Una vida de lujo ganada a pulso tras su larga y exitosa carrera que ahora se dispone a disfrutar en su máxima expresión, alejado de los largos y habituales viajes por todo el mundo que ha tenido que soportar desde que empuñó la raqueta por primera vez de forma profesional, hace casi 25 años.

A la espera de si disputa la Copa Davis en noviembre, su calendario del próximo año incluiría Australia, Indian Wells, la gira de tierra con Roland Garros como colofón, y los Juegos de París

Proyecto de calendario

El poseedor de 92 títulos ATP, solo superado por Connors, Federer, Lendl y Djokovic, empieza un paréntesis, en principio hasta final de año, si antes no decide disputar la Copa Davis. Es una posibilidad que no descartó el jueves, en función de cómo evolucione su lesión en el psoas tras la tregua que ha decidido dar a su dañado cuerpo. En función de esa evolución, y si todo transcurre según sus deseos, la intención del tenista es disputar en el año de su despedida el Abierto de Australia en enero, el Masters 1.000 de Indian Wells en marzo, por la gran amistad que le une al propietario del torneo, Larry Ellison; y toda la gira de tierra, con la culminación de Roland Garros, donde quiere despedirse sobre la pista que le ha dado la mayor gloria. «No merezco un final así, en una rueda de prensa», dijo el jueves. «Me esforzaré para que mi final sea de otra manera». Y si el cuerpo le responde quiere despedirse en los Juegos de París 2024. A partir de ahí, todo es una incógnita, aunque parece improbable que acuda a Wimbledon, un torneo que por las especiales características de la hierba le exige un gran esfuerzo físico. Tampoco al US Open. Por lo tanto, un adiós en la capital francesa, en las instalaciones de Roland Garros, supondría un colofón inmejorable a su gran carrera.

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