Opinión

Minuto 91. El Mallorca ya celebra la permanencia

Lo de que una imagen vale más que mil palabras quedó reflejado al término del partido ante el Getafe, con los jugadores festejando con la afición la continuidad en Primera

Los jugadores del Mallorca celebran la victoria y la permanencia ante parte de la afición.

Los jugadores del Mallorca celebran la victoria y la permanencia ante parte de la afición. / Manu Mielniezuk

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Es de sobra sabido que el fútbol está repleto de tópicos. Y entre ellos, el que pronunció Javier Aguirre al término del partido de su equipo ante el Getafe. La pregunta era de manual: ¿Se puede considerar que el Mallorca está salvado? La respuesta: «Es verdad que 40 puntos son muchos, pero hasta que matemáticamente no lo estemos, no me considero salvado». Más o menos esa fue su respuesta, que no se la cree nadie. Y menos sus jugadores, que al final del partido, y cuando ya se habían retirado al vestuario, tuvieron que volver a salir al terreno de juego reclamados por la afición. Y viéndoles celebrar el triunfo, que es el de la permanencia, con bailes y todo lo que se les ocurra, es la mejor muestra de que el equipo se siente matemáticamente de Primera División. Ganada a pulso, todo sea dicho. Con un líder en el banquillo, Aguirre, y otro en el campo, Kang, una vez más la estrella del Mallorca con dos goles que le acreditan como un futbolista excepcional.  

El fútbol del mexicano

gustará más o menos, pero lo que no se le puede discutir es que sus equipos compiten como el que más, el principio de cualquier victoria. Sabe sacar el mejor rendimiento de todos y cada uno de sus jugadores, que se dejan el alma por su entrenador, un tipo que parece que pasa de todo, pero nada más lejos de la realidad. Prepara con minuciosidad los partidos y corrige los errores, como este domingo ante el Getafe. Se equivocó, según la humilde opinión de quien firma, al repetir con Antonio Sánchez en el lateral derecho. Pero supo rectificar tras el descanso volviendo al orden natural, Maffeo por la derecha y Jaume Costa por la izquierda. Así de simple. Por esto y por otros muchos motivos, el Mallorca le dio la vuelta al marcador.       

Y entre estos otros motivos

figura, cómo no, Kang In Lee, la auténtica estrella de este equipo, que se ha consagrado a lo grande. En la temporada de su vida, el surcoreano, de 22 años, ha dado un paso al frente y se ha puesto al equipo a la espalda. Dos goles marcó este domingo, la guinda a un fútbol de alta escuela, diferente, y que da gusto contemplar. Su regate, su cambio de ritmo, su potencia -se recorrió todo el campo en el tercer gol, en el minuto 95- y su control del balón, siempre pegado al pie, como los grandes futbolistas, le convierten en uno de los jugadores de la Liga. Parece cantado que está disputando sus últimos partidos con el Mallorca porque las ofertas por el jugador lloverán sobre la mesa de Alfonso Díaz, al que solo hay que rogarle que, si finalmente Kang se va, lo haga dejando un buen fajo de billetes para el club. Es el sino de los clubes modestos, por lo que no hay que rasgarse las vestiduras si finalmente se va. Le pasa al Mallorca y a otras muchas entidades de categoría similar.

Al Mallorca solo hay que pedirle que si finalmente Kang se va, sea dejando un buen fajo de billetes

Un milagro llamado Tato.

De un entrenador a otro. De Aguirre a Tato García, entrenador del Atlético Baleares. Por lo visto, la solución estaba en casa. Y al técnico del filial Santanyí acudió el club a la desesperada para intentar evitar lo que parecía inevitable, el descenso de categoría. Con la victoria de este domingo sobre el Nàstic, el conjunto blanquiazul del técnico mallorquín suma 16 de 18 puntos posibles, que se dice rápido, y se ha alejado cuatro puntos de la zona de descenso cuando ha llegado a estar cinco abajo. Chapeau.

Suscríbete para seguir leyendo