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Tenis

La enésima reinvención de Nadal

El mallorquín vuelve a sorprender en un duelo ante su gran rival sin salir como favorito y tras dos meses de continuos problemas físicos

Nadal sonríe tras ganar a Djokovic. YOAN VALAT

Partía como víctima ante el indiscutible número uno. Su partido de octavos ante el canadiense Felix Auger-Aliassime había dejado muchas dudas, con un juego en el que todo hacía suponer que no le iba a resultar suficiente ante Djokovic. Pero Nadal se ha superado a sí mismo y ha dado lo mejor de sí en el Día D y la Hora H. 

Como en tantas otras ocasiones a lo largo de su carrera, el mallorquín llegaba a la cita de París con una errática trayectoria en la gira de tierra, sin un título que llevarse a la boca. Su fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo que se produjo en las semifinales de Indian Wells ante Carlos Alcaraz, el 19 de marzo, que le costó la derrota en la final ante el norteamericano Taylor Fritz, le obligó a guardar reposo seis semanas. Se perdió el inicio de la gira de tierra, Montecarlo y Godó, y llegó muy justo al torneo de Madrid. El 6 de mayo, en los cuartos de final, Alcaraz, la nueva sensación del circuito, le gana en tres sets. Era su segunda derrota del año tras la de Indian Wells, en el mejor inicio de su carrera, consiguiendo su segundo Abierto de Australia.

Peor le iría en Roma, la última estación antes de París. Su lesión crónica en el escafoide de su pie izquierdo hizo de nuevo su aparición en su partido de octavos ante el canadiense Dennis Shapovalov, al que arrolló en el primer set, 6/1, antes que surgieran los problemas. Cojea en el último tramo del segundo set. Al final del partido mostró sus sensaciones y estado de ánimo, por los suelos. «No estoy lesionado, vivo con una lesión», dijo. «Juego porque me hace feliz, pero el dolor me quita esa felicidad. Llegará un día en que mi cabeza diga basta. Vivo tomando muchos analgésicos solo para poder entrenar todos los días y no puedes seguir así por mucho tiempo».

Han sido muchos, demasiados, los malos momentos de Nadal por culpa de las lesiones. En 2018 conquistó su duodécimo título en Roland Garros tras un rosario de contratiempos en los ocho meses precedentes. En septiembre de 2017 se vio obligado a retirarse de las semifinales del US Open ante Del Potro por una lesión en el tendón rotuliano de su rodilla derecha. Era su novena retirada como profesional. En noviembre ponía punto y final a la temporada al someterse a una artroscopia en su tobillo derecho en un año 2018 en el que solo juega 49 partidos, uno más que en 2012, otro año que estuvo más tiempo parado que en la pista.

 Al año siguiente se retira antes de las semifinales de Indian Wells ante Federer por molestias en la rodilla. De los últimos 19 torneos en pista dura, solo había acabado tres. Se retiró o renunció a dieciséis. Pocos días después de esta retirada, su tío y exentrenador Toni Nadal, declaraba: «Rafel no es un tenista, es un lesionado que juega a tenis». Como este año, todo está supeditado a la gira de tierra y confiando en que regrese el mejor Nadal. Pero la espera se hizo larga. Cae en las semifinales de Montecarlo, Godó y Madrid y se reencuentra con la victoria en Roma, ante Djokovic.

Una de las veces que más tiempo tuvo que parar fue en 2012, con afectación del tendón rotuliano de la rodilla izquierda. Fueron 222 días de baja que le obligaron a renunciar a los Juegos de Londres -»uno de los días más tristes de mi vida»-, al US Open y a las semifinales de la Davis ante Estados Unidos. Tras eliminar en semifinales de Roland Garros 2013 a Djokovic, en un partido de casi cinco horas, resumió en una frase su sentimiento: «He aprendido a disfrutar sufriendo. Cuando realmente sufro es cuando debo ver los partidos por televisión».

En 2014, tras su noveno Roland Garros, se lesiona la muñeca derecha. En septiembre se le diagnostica un principio de apendicitis y se opera el 3 de noviembre. Y empieza un 2015 para olvidar. Culmina su primer año en tierra en blanco, incluida su derrota ante Djokovic en Roland Garros. 2016 no fue mejor. Se retira en la tercera ronda de París por una lesión en la muñeca izquierda. Renuncia a Wimbledon. No fue hasta 2017 cuando volvió el mejor Nadal, con triunfos en Roland Garros y US Open. Tras superar este martes a Djokovic, y a la espera de lo que pase el viernes en semifinales ante Zverev, el campeón de 21 grandes lo ha vuelto a hacer, en su enésima reinvención. 

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