Sebastià Vila, el ciclista que sufrió ayer un grave accidente durante el Memorial Joan Suñer Mesquida de BTT, en Porrreres, ha abandonado esta mañana la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en Son Espases y mañana será trasladado a planta. Vila, de 26 años, se clavó el manillar de su bicicleta tras una caída, alcanzando la herida una profundidad de quince centímetros en el abdomen.

Juan Antonio Viana, compañero de equipo de Vila junto a Jerónimo Ramis, más conocido como Jeromo, explica a Diario de Mallorca cómo se produjo el accidente. "Yo ya no estaba con ellos porque me adelanté. Todo lo que sé es por la versión del ciclista Bernat Noguera, que iba detrás de Vila y Jeromo. Era un falso llano y se empezaba a bajar. Vila se quedó en el avituallamiento y cuando alcanzó a Jeromo, sin querer le empujó y cayeron. Jeromo cae disparado y Vila cae encima de su propia bicicleta. Al ser un terreno de tierra y haber llovido, se clavó cuatro dedos del manillar", comenta, más tranquilo, tras saber de primera mano que su compañero se recupera satisfactoriamente.

"Bernat (Noguera) me perseguía para avisarme de que mis compañeros habían caído", continúa el relato Viana. "Vio que Jeromo se levantaba y no le dio excesiva importancia", cuenta. "Están bien y se levantan"', me dijo". Pero todo cambió muy poco después. "En un cruce escucho por la emisora de Protección Civil que hay un herido grave y que envían una ambulancia. Subo en contradirección, y cuando llego la ambulancia ya estaba atendiendo a Vila. Una enfermera del 061 y dos compañeros fueron los primeros que le atendieron", destaca, para alabar el trabajo del servicio de ambulancias.

El panorama que se encontró cuando vio a su compañero fue sorprendente. "Ya le habían suministrado calmantes. La herida que vi es lo más parecido a una cornada, con una profundiad de quince centímetros que, afortunadamente, no ha tocado ningún órgano vital". Viana, seleccionador balear de mountain bike y técnico de la Federación Balear en el Centro de Tecnificació de les Illes Balears (CTIB), quiere destacar "el gran trabajo de la ambulancia", que se presentó en el lugar del accidente en apenas un cuarto de hora. "La ambulancia estaba en la plaza principal de Porreres, y Vila se encontraba en una zona de difícil acceso. Gracias a Protección Civil le hicieron camino para llegar y salir del terreno", comenta.

Viana, de 42 años, define la situación vivida el domingo como "uno de los peores momentos" de su carrera deportiva. 24 horas después, y tras ser intervenido su compañero de la arteria que provocaba la hemorragia, está mucho más tranquilo."Su padre me ha dicho que tiene mucha hambre. Es la mejor señal", concluye, aliviado.