Actriz

Anabel Alonso : «La Celestina es una superviviente, la primera de las pícaras»

La intérprete protagoniza este clásico de la literatura que se podrá ver los días 5 y 6 de abril en el Auditorium de Palma.

«Es como que te toque la lotería», afirma sobre este papel

Anabel Alonso.

Anabel Alonso.

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Anabel Alonso es la protagonista de La Celestina, en una versión de Eduardo Galán, dirigida por Antonio C. Guijosa, que se podrá ver en el Auditorium de Palma los días 5 y 6 de abril. Su personaje es el de una mujer «disfrutona», una «superviviente», dice la actriz.

¿Cómo es esta Celestina?

Es una mujer cuyo lema es el carpe diem. Es disfrutona, le gusta vivir la vida. Y es muy curioso porque, claro, en aquellos años, estamos hablando de 1499, lo que decían era: tú sufres esta vida, que ya tendrás en recompensa la vida eterna. Y ella dice, no, vamos a disfrutar esta, que no sabemos lo que va a durar y luego ya veremos. Es una mujer como muy realista, con sentido del humor, muy echada para adelante. Yo creo que es una superviviente, la primera de las pícaras, porque no deja de ser una mujer que tiene 30 oficios y que para ella cada día es una aventura, salir adelante. Y además, en aquellos años, en los que eras monja, eras puta o te casabas, no había tutía. Ella no depende de ningún hombre, tiene un punto independiente y poderoso. Y, bueno, es una mujer a la que le hacen un encargo y ella, que tiene mucho orgullo profesional, lo hace de la mejor manera posible. Cumple con su deber, con su trabajo y con su palabra.

Como actriz ¿qué ha supuesto este papel?

Un regalo, pero vamos, lo he dicho en más de una ocasión, es como que te toque la lotería, porque, afortunadamente, sobre todo en teatro, hay muchísimos personajes, muchos papeles femeninos importantes y que deseamos hacer. La Celestina es un escalón más allá porque, junto al don Juan y al Quijote, son los tres personajes de la literatura que hemos exportado al imaginario universal. En todo el mundo conocen estos tres mitos, con sus características bien definidas, y todo el mundo sabe de quién hablamos cuando hablamos de ellos tres. Así que es uno de los tres grandes de nuestra literatura.

Que han interpretado grandes actrices...

Este personaje está asociado a un actriz de más edad. Muchas de las que lo habían interpretado son primerísimas actrices y tenían una edad un poco más avanzada. Realmente mi edad es la que más se ajusta al original, que dice que son 60 años, o sea, que ahí estoy yo. Y con el trajín que tengo en esta función, digo, madre mía, ¿cómo lo harían estas mujeres? Porque, chica, yo no paro. Me voy de casa de Melibea a casa de Calisto, luego me voy a la mía, luego me voy al huerto, luego me voy a casa de Pleberio, luego voy a la iglesia, luego... Digo, mira, yo no sé, cómo lo harían Núria Espert, Irene Gutiérrez Caba, Amparo Ribelles...pero yo, vamos, me hago unas kilometradas grandes.

Y esta es una versión más reducida, más ágil...

Sí, tiene más ritmo. En la versión que ha hecho Eduardo Galán, indudablemente, tienes que condensarlo todo muchísimo y digamos que es lo más esencial de la obra. Y lo bueno que tiene esa dramaturgia que ha hecho y el montaje de Antonio Guijosa es que tiene un ritmo trepidante. A la gente se le pasa volando, es un ritmo mucho más actual, muy trepidante y realmente está todo lo esencial de la historia de la tragicomedia de Calisto y Melibea.

¿Hay humor, drama?

Sí, hay sentido del humor. A ver, no llega a ser carcajada, no llega a ser comedia, pero hay humor. Y lo hay en la novela. Y hay drama, porque es una tragicomedia... Hay mucha picaresca en la función, pero hay tragedia porque muere hasta el apuntador, ahí se queda Pleberio más solo que la una... Hay de todo y la verdad que sí, en su justa medida. Yo creo que sí que está muy bien salpimentado el asunto. No es esa historia densa y lúgubre y una Celestina que es casi como la bruja del cuento. Yo creo que es más humano, no tan oscuro.

¿Es una obra que ha resistido bien el paso del tiempo?

Sí, hay cosas que igual están un poco trasnochadas, indudablemente, se escribió hace 500 años. Pero claro, lo que tienen los clásicos, cuando pasan esta criba del tiempo y han llegado hasta aquí, es que tratan las grandes pasiones, virtudes y vicios humanos. El amor prohibido, y digo amor en cuanto a deseo carnal, porque estos no son Romeo y Julieta, ¿eh?, estos no quieren, no se juran amor eterno y ni es amor platónico, no. Estos lo único que quieren es holgar, dicho finamente. Entonces, digamos que sí, que sigue estando vigente que uno utiliza todas las armas a su alcance para conseguir lo que quiere, ya sea una persona, ya sea dinero, ya sea poder, ya sea lo que sea, ¿no? Y también la pulsión humana sigue siendo la misma: el deseo, la ambición, la avaricia, la codicia, la supervivencia. Y eso es intemporal y mientras estemos sobre la faz de la Tierra va a ser así. Cambiaremos de forma de vestir, llevaremos móviles o no, pero en esencia hemos evolucionado muy poco.

En X, en su foto de perfil está caracterizada como la Celestina ¿Cómo llevaría ella este mundo de redes sociales?

Uy, ella, ella la primera... Ya te digo yo que ella es una superviviente. Ella se pondría al frente de todo, no se arruga ante nada, ella es la más moderna. Ella se haría una especialista en todo y no se callaría con nada. Vamos, yo me la imagino dando mucha guerra. Ahora, eso sí, también sabiendo, porque es muy lista, como superviviente que es, cómo, cuándo y dónde. Y a quién.

Y usted ¿Cómo lleva personalmente los ataques que se producen en esta red social?

Ah... Yo bien, no me lo tomo ni como algo personal, ni en serio, ni me lo tomo a pecho. ¿No ves que los que normalmente insultan, atacan, mienten, agreden, lo hacen, primero, en el anonimato, y, después, sin argumentos? Simplemente es el odio por el odio y el insulto por el insulto y la agresión por la agresión. Es más, algunos, cuando les contesto, acaban bloqueándome... Si me afectara, pasaría, pero no es el caso, no les considero seres humanos, directamente.

No deja de ser un medio para hacer una crítica directa.

Claro, también está el lado bueno de esas redes, además, yo voy con mi cara por delante, no estoy escondida detrás de un balón de fútbol, o de un tiesto, o de la cara de Clint Eastwood... Yo sé muy bien lo que digo y cómo lo digo, y pienso en las cosas antes. Lo que sí es verdad es que luego se tergiversan y mucha gente acaba pensando que he dicho algo que no he dicho. Yo creo que por decir cosas dichas con respeto y con cierto humor, ironía, sorna o lo que sea, pues no debería ser atacada de esta manera, pero bueno, como las leyes de esta corrala son así, que mucha gente va a echar la basura, pues es lo que hay.

También la vemos en televisión...

Entre lo que hago y lo que me repiten, pues sí, es un poco de sobredosis.

Está en una buena época profesional, ¿no?

Toca madera, toca madera. La verdad es que es una suerte poder llegar, tener tu oportunidad y empezar a trabajar, pero te digo que en este país, a veces, cuesta más mantenerte, que la gente no se canse de ti, que quieran seguir viéndote... Yo creo que para mí ese es el verdadero reto, seguir año tras año.