Música

El concursante menos escuchado del Benidorm Fest es el favorito del público para Eurovisión: lo ha intentado cinco veces (aunque prometió no volver a hacerlo)

“Me lo han vuelto a proponer, pero el pescado ya está vendido”, dijo Jorge González tras su segundo intento: recién clasificado para la final del certamen de RTVE, espera que ésta sea la definitiva… Con él nunca se sabe

Jorge González, durante su actuación en la segunda semifinal del Benidorm Fest.

Jorge González, durante su actuación en la segunda semifinal del Benidorm Fest.

Pedro del Corral

La carrera de Jorge González no se entiende sin Eurovisión. Tiene 35 años y, posiblemente, la idea de ir al festival haya rondado su cabeza desde bien pronto. Así que, nada más cumplir 18, y tras su paso por la quinta edición de Operación Triunfo, se prometió representar a España costase lo que costase. Es verdad que aún no ha alcanzado la meta que fijó entonces, pero acortó distancias en el Benidorm Fest: Caliente sorprendió por su letra infame y su escenografía efectista. Un trampantojo eurovisivo que, aunque se enfrentó a propuestas más interesantes, conquistó a público y jurado. Y ahí, por supuesto, no hay pero que valga. “Tengo una canción potente y unos bailarines espectaculares. A la tercera va la vencida, ¿no? Ésta es mi última baza”, comentó a RTVE durante la alfombra naranja del pasado domingo. ¿Tercera? Alguna más, Jorge.

Con un estilo desconcertante, ha construido una carrera de bajo vuelo que, a pesar de ciertos picos, le ha permitido mantenerse. Un mérito dado el resquemor que, habitualmente, ha despertado en la audiencia. Sobre todo, cuando ha soltado perlas de la talla de: “Mucho se habla de la gordofobia, pero poco se habla del rechazo que provoca ser alguien arregladito”. La entrevista con Malbert, otra vez, le colocó en un disparadero cuanto menos polémico. A lo que añadió: “Me he criado en el barro, sólo intento luchar por mi sueño”. Tras editar tres discos, ganar Tu cara me suena y participar en La jaula de las locas, Jorge ha vuelto a intentarlo por quinta vez en una preselección para Eurovisión. ¿La definitiva? Para ello, antes deberá medirse con Almácorst. Pedro, María Peláe y Nebulossa que, según las cifras, han enganchado (bastante) más.

2008 | 'Celos'

Su octava posición en Operación Triunfo 2006 no fue un impedimento para que, nada más pisar la calle, el cantante firmase su primer contrato discográfico. Dikélame fue su debut, un álbum de nicho para los seguidores del formato que pasó sin pena ni gloria. Ahora bien, le abrió las puertas de un mercado que aún no se las ha cerrado 17 temporadas después. Por aquel entonces, empezó a plantearse la posibilidad de participar en Salvemos Eurovisión: el puesto 20 de D’Nash puso en alerta a una RTVE que aún desconocía el descalabro que España viviría en el certamen años después. Esta preselección se dividía en dos partes: un casting online a través de MySpace donde el público podía votar a su candidatura favorita y una gala presencial con los 10 seleccionados de esta fase previa. Jorge presentó Celos, compuesta por Jaime Roldán, autor de éxitos para Chayanne y Christian Castro. “Es una propuesta muy fuerte. Es árabe con toques flamencos y eso vende”, apuntó en una conversación con el portal Eurovisión-SpainNo superó la votación popular, así que no pudo competir con La Casa Azul, Coral Segovia y Rodolfo Chikilicuatre por viajar a Belgrado.

2009 | 'Si yo vengo a enamorarte'

Este bofetón no le frenó. Y, con Si yo vengo a enamorarte, luchó por hacerse un hueco en Eurovisión 2009: el retorno. De nuevo, la cadena pública se alió con MySpace para organizar una previa online. Aunque con un matiz: esta vez las canciones lucharían por géneros musicales. Jorge lo hizo en la categoría Latina, donde se clasificó en tercera posición para la semifinales televisadas tras Melody y Santa Fe. En la suya, logró la medalla de bronce que le catapultó a una final donde quedó noveno con cuatro votos. Ganó Soraya Arnelas con una La noche es para mí que consolidó a nuestro país en los últimos puestos de la tabla. En una entrevista posterior, en la que el artista hizo balance de su trayectoria, negó rotundo cualquier intentona más: “Esta misma tarde me lo han vuelto a proponer, pero es algo donde el pescado ya está vendido. Y presentarme para hacer de relleno… Si lo hago es para tener oportunidades y, aquí, está todo ya decidido”. Qué mala es la hemeroteca.

2010 | 'Amada mía'

Contra todo pronóstico, ironía mediante, Jorge se olvidó rápido de sus palabras y, sorpresa, presentó un tema nuevo en 2010. Amada mía, creada por Daniel Ambrojo, y con coreografía de Nito Solsona, apenas tenía virtudes para rozar la victoria. Pero, oye, él batalló como el que más. “Espero que nos deis la opción de ver el gran show que estamos montando, no dejará indiferente a nadie. Me veo en Noruega haciendo un gran papel”, subrayó en varias ocasiones. La preselección se llamó Destino Oslo y recibió 507 producciones. De ellas, a través de una votación digital, en la que se descalificó a Karmele Marchante y Chimo Bayo, se escogieron a los 10 finalistas. Entre ellos, no estaba Jorge. Disputadísimo, ganó Daniel Diges. Se impuso a Venus, José Galisteo y Lorena Gómez. También estaba el polémico John Cobra, aunque esto merece un capítulo aparte. La elección no fue mala: España salió fugazmente de pozo con un 15º puesto.

2014 | 'Aunque se acabe el mundo'

El moratón no duró demasiado y, tras tres palazos consecutivos, Jorge repitió jugada en 2014. En esta ocasión sin necesidad de pasar por un casting previo. Los cinco concursantes fueron seleccionados de manera interna por RTVE que, en una única gala, elegiría a nuevo representante de España en Eurovisión. La decisión estaba en manos tanto del jurado (50%) como del público (50%). En caso de empate, el voto de la audiencia prevalecía. Aunque se acabe el mundo terminó tercera, ni bien ni mal. Estaba avalada por el productor Dabruk que, entonces, trabajaba con Juan Magán, Natalia y Beatriz Luengo. “El más mínimo apoyo del público eurofán, al cual pertenezco, es importante”, dijo para hacer frente a Ruth Lorenzo y Raúl. Esta vez tampoco fue la definitiva. No obstante, a su favor, hay que reconocer que su canción podría haber jugado un papel destacado en el Viejo Continente ya que, de modo generalizado, la tendencia fue la balada. Por lo que su electropop latino podría haber marcado la diferencia. Posiblemente, su mejor propuesta hasta la fecha.

2024 | 'Caliente'

Una década después, cuando ya no se le esperaba, apareció entre los seleccionados del Benidorm Fest. El mercado ha cambiado y, frente a las nuevas generaciones, su nombre genera aún menos interés que antes. Sin embargo, esta vez cuenta con un extra: la experiencia es un grado. Y, frente a la inestabilidad que ha rodeado a ambas semifinales, él ha sabido mantener el tipo. En Caliente hay tantas referencias eurovisivas que resulta complejo imaginarla sin tirar hacia ellas: el espíritu de Ninanajna (Macedonia del Norte, 2006), el zumbido de Solayoh (Bielorrusia, 2013) y la seducción de El diablo (Chipre, 2021). Esto no tiene por qué restarle mérito, al revés. Dar un enfoque particular a aquello que ya ha funcionado es un riesgo que, aunque poco innovador, suele calar bien. Por ahora, tras los descartados Roger Padrós y Quique Niza, el ya finalista tiene la canción menos escuchada en Spotify y YouTube de los 16 concursantes. Sorprende, por tanto, el efecto que ha causado en el público. ¿Será suficiente?