Tres, eran tres

Con Il Trittico, el Teatre Principal de Palma apuesta. Pues no solamente de traviatas y bohemes vive el melómano. Hay mucho más en el campo de la ópera, que es obligado dar a conocer desde un teatro público. Así que, de entrada, valga la valentía de proponer ese título pucciniano como primer título de la temporada que, según parece, es la primera vez que se ofrece íntegro en Mallorca.

Escenografía. Para esa ópera, que son tres, se necesita un equipo de creación escénica que sepa enlazar los espacios, como si de una sola ópera se tratara, pues si los argumentos no son tan diferentes (o sí), los lugares en los que se desenvuelven las acciones sí lo son. Así pues, valga la primera mención de honor al equipo artístico liderado por Rafel Durán y seguido de cerca por Rafel Lladó. Ambos han conseguido dar esa unidad que en ese título triple da un valor añadido al espectáculo; y ¡con pocos elementos sobre el escenario!

Dos elementos un tanto innecesarios: la sombra de la gran grúa del primer acto que se proyecta en el segundo (¿una grúa en un convento/hospital?) y la escena sado/maso que aparece en los muelles del Sena. Por lo demás, todo muy bien conseguido, incluida la iluminación, que fue de sobresaliente.

Una mención merece la incorporación de unas proyecciones que resaltaban la placidez a veces y el dramatismo en otras, en cada una de las tres historias. Un mar en calma o enfurecido en Il Tabarro, unas escenas de los desastres de la guerra en Suor Angelica (la acción se trasladó a un hospital con heridos en la batalla) y una Florencia siempre encantadora en Gianni Schicchi.

Voces. Marga Cloquell está demostrando que es una soprano solvente, no por casualidad es habitual en las producciones de Òpera Catalunya. De hecho ha cantado Julieta hace unas semanas con mucho éxito. Ella fue la soprano protagonista en Il Tabarro y en Suor Angelica. Y en ambos roles estuvo más que notable, quizás mejor en el segundo, pues la cantante mallorquina posee una enorme capacidad para seducir con su lirismo. Destacados todos los protagonistas: Mario Cassi en el doble papel del asesino Michele y del astuto Schicchi, Andrés Sánchez como víctima en Il Tabarro y amante en Schicchi y enorme Mariangela Marini como Frugola y la Zia Principessa. El resto de voces, que en muchos casos no son menores, también supieron sacar sus papeles con maestría. Citaremos a unos cuantos por motivos de espacio, pues son tantos que se hace imposible dar la lista completa: Joan Laínez, Mar Campo, Marisa Roca, Maria Casado, Irene Mas, Joan Miquel Muñoz, Greta Lirussi…

Orquesta. Anna Hartman dirigió con solvencia, aunque se le notó demasiado prudente en esos momentos, pocos, en los que Puccini envuelve las escenas dramáticas; se notó un sonido demasiado aterciopelado. Orquesta y coros, al mismo nivel que toda la producción: notable alto.

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