La Fundació Miró Mallorca inaugura una exposición sobre la historia de Son Boter

La muestra se inaugura este jueves, 16 de noviembre, y podrá visitarse hasta el 10 de marzo

Tras su compra por Pilar Juncosa, esta 'possessió' se convirtió en el segundo taller de Joan Miró

Mapas y documentos, fotos, obras y objetos personales del artista forman parte del montaje, comisariado por Francisco Copado

Gómez de la Cuesta, Bonet y Copado, en una sala de la exposición.

Gómez de la Cuesta, Bonet y Copado, en una sala de la exposición. / Manu Mielniezuk

Montse Terrasa

Montse Terrasa

La Fundació Miró Mallorca mira a su pasado y recupera la historia de la possessió de Son Boter, finca que Pilar Juncosa, asistida por su marido, Joan Miró, compró en 1959 para unirla a Son Abrines y ampliar la privacidad del artista. Documentos históricos, planos de la zona, dibujos realizados por Rafael de Ysasi y fotografías de sus anteriores moradores forman parte de la exposición, en la que se han incluido objetos personales del pintor, así como algunas obras que creó en ese espacio. Comisariada por Francisco Copado, director en funciones de la Fundació, Son Boter de Miró. Una mirada al passat se inaugurará esta tarde y se podrá visitar hasta el próximo 10 de marzo.

Dibujos realizados por Rafael de Ysasi, uno de los propietarios de Son Boter.

Dibujos realizados por Rafael de Ysasi, uno de los propietarios de Son Boter. / Manu Mielniezuk

«Acabo de adquirir ‘Son Boter’, la magnífica casa que estaba detrás de la nuestra. Esto, a parte de ser una buena inversión, me pone sobre todo al abrigo de todo vecino molesto.

También me servirá para hacer telas y esculturas monumentales y así descongestionar el taller.

Pienso instalar también prensas para lito y aguafuerte», escribió Joan Miró a su amigo Josep Lluís Sert en 1959. Un facsímil de esta carta se expone ahora en la Fundació Miró para ahondar en la historia de Son Boter.

Francisco Copado ha presentado este miércoles la exposición, acompañado por el teniente de alcalde de Cultura, Javier Bonet, y el coordinador general de Cultura en Cort, Fernando Gómez de la Cuesta. La muestra comienza buceando en la Mallorca del siglo XVI y explica que fue en 1642 cuando Bartomeu Moll, de malnom Boter, compró una pieza de tierra de dos quarterades a Martí Ferragut, dando comienzo así a la saga de propietarios de Son Boter, que aparece por primera vez en el mapa del cardenal Despuig de 1785, también reproducido en esta muestra.

Tras comprar la possessió, Son Boter se convirtió en el segundo taller de Miró, en el que realizó pinturas, grafitos en sus paredes, esculturas y obra gráfica, pero también fue un lugar donde meditaba. «Esta es la habitación donde descanso. Ha quedado como estaba: el color, las estanterías empotradas. Aquí están [Joan] Prats, Pablo [Picasso] y mis padres», explicó el artista a Georges Raillard para el libro El color de mis sueños (1977).

Fotografías antiguas de los 'amos', arrendatarios de la finca.

Fotografías antiguas de los 'amos', los arrendatarios de la finca. / Manu Mielniezuk

La exposición muestra cómo era Son Boter cuando estaba habitada como casa, gracias a las fotografías realizadas por la familia americana Lewis, que la alquiló en 1933 durante casi un año. Fue 50 años después cuando uno de los hijos, George Lewis, contactó con Joan Miró y le envió las imágenes para que pudiera tener esos recuerdos de la casa.

Otra de las curiosidades en torno a la compra de Son Boter es la copia de la carátula de la escritura de compra, en la que Pilar Juncosa figura como la compradora, pero que, debido a los tiempos que corrían, tuvo que ser «asistida» por su marido.

Copia de la escritura de compra-venta de Son Boter en 1959.

Copia de la escritura de compra-venta de Son Boter en 1959. / Manu Mielniezuk

Según Javier Bonet, esta muestra representa una «magnífica oportunidad para reivindicar el legado de Joan Miró y su íntima vinculación con Palma». Ha insistido en «la importancia de dar pasos decididos para situar a la Fundació Miró en una posición estratégica en la política de dinamización cultural de Palma».