Ian Waelder invita a recorrer sus recuerdos familiares en una exposición en Es Baluard

El museo inaugurará este jueves por la tarde ‘Even in a language that is not your own’, que se podrá ver hasta febrero

El artista ha creado una estructura de cartón en la que ha dispersado diferentes piezas 

Montse Terrasa

Montse Terrasa

El artista Ian Waelder (Madrid, 1993) ha construido en una de las salas de Es Baluard una especie de laberinto con grandes paneles de cartón que es en realidad un recorrido por su memoria familiar, en el que el visitante de Even in a language that is not your own se encontrará con pequeñas piezas, detalles que parecen casuales, que están conectadas con la identidad de su autor. La exposición se inaugura este jueves, 19 de octubre, a las 19 horas, y se podrá ver hasta el 18 de febrero.

Waelder, hijo del también artista escultor Juan Waelder, ha explicado en la presentación de este proyecto que aunque nació en Madrid, se crió en Mallorca, adonde ha regresado después de pasar varios años en Alemania. Es Baluard es un espacio que el artista conoce desde niño y en el que ha querido crear un recorrido muy personal. Ha empleado diferentes materiales y técnicas en este proyecto, en el que le interesa que los visitantes vayan dejando sus propias marcas y huellas sobre el cartón, al pegar su cara a un panel para ojear por una mirilla o al rozarlo. Una zapatilla retorcida que culmina en una nariz de porcelana secada al aire, o una antigua horma de zapato en madera, que también se remata con ese apéndice del rostro en cerámica, son dos de las piezas que se encuentran en este itinerario y que evocan a la identidad del artista.

En el recorrido, un silbido reproduce una melodía y se oye por el interior de Es Baluard, como si procediese de alguien que deambula por este lugar. Es una grabación del propio Ian Waelder recordando una composición de su abuelo, Federico Waelder, un pianista alemán judío que tuvo que escapar de Alemania en los años 30 del siglo pasado. El artista reconoce que el silbido «tiene un cierto componente invasivo».

Junto a Waelder ha estado en la presentación Francesco Giaveri, comisario de la exposición, quien la ha definido como una investigación genealógica en la que el artista no se lo pone fácil al espectador, que debe orientarse en esta estructura, y en la que se produce una «aparente contradicción», como es que «hay que prestar atención, pero a la vez invita a perderse».

El comisario también ha comparado la propuesta de Waelder a un texto principal, que sería la estructura de cartón, y las notas a pie de página que serían las piezas que se van encontrando.