Arnau Pons convierte en poesía las ‘Constelaciones’ de Joan Miró

El autor mallorquín y el compositor catalán Héctor Parra estrenan en Barcelona una obra inspirada en las 23 pinturas que el artista universal creó tras huir de la Guerra Civil y el nazismo

Lluïsa Espigolé, Pere Arquillué, Héctor Parra, Arnau Pons e Imma Santacreu.

Lluïsa Espigolé, Pere Arquillué, Héctor Parra, Arnau Pons e Imma Santacreu. / PERE ESTELRICH

Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

El poeta de Felanitx Arnau Pons presentó el sábado en el Auditori de Catalunya, junto al compositor Héctor Parra, la obra Constellations, basada en las pinturas del mismo título que realizó Joan Miró. El actor Pere Arquillué como recitador, junto a las pianistas Lluïsa Espigolé e Imma Santacreu, estrenaron una partitura en la que los sonidos producidos por el piano en sentido amplio se juntaron con las palabras formando un todo indisoluble. Parra, uno de los grandes de la composición europea actual, escribió la obra siguiendo una a una las Constelaciones de Miró.

Son 23 creaciones unidas a los versos de Arnau Pons, Premio Nacional de Traducción en 2015 y que recientemente ha publicado Artaud, cruz entre dos rostros. «Mis versos no están pensados para ser leídos, sino para que se escuchen junto a la partitura que ha elaborado Parra. La obra está formada por una música y un texto que no la complementa, sino que forma parte de ella», dice.

El compositor explica que «la proclamación de la Segunda República, el golpe militar del 36, el horror de la Guerra Civil y el advenimiento del franquismo, un exilio de cuatro años y la subsiguiente huida de la invasión nazi de Francia culminan, paradójicamente, en la formidable serie Constelaciones, que pinta entre enero de 1940 y septiembre de 1941». El pintor catalán empezó estas obras de pequeño formato y de gran intensidad en Francia cuando creía que el horror nazi nunca llegaría a Normandía.

Pons las compara con la obra de San Agustín: «Es así como las confesiones casi agustinianas, hechas en un refugio interior, se convierten en constelaciones que estallan y tiemblan para sobrevivir a la oscuridad de la historia».

La idea de llevar a cabo este proyecto poético/musical fue, en parte, un encargo de la pianista Carmen Martínez-Pierret. En plena pandemia, en abril de 2020, compositor y poeta empezaron a elaborar esta propuesta que ha culminado tres años después, aunque en el verano de 2022 pudieron escucharse algunos avances en una especie de taller que músico y escritor montaron en una masía catalana.

Poco a poco la obra fue tomando cuerpo, pasado de un instrumentista a dos, pues para Parra escribir esa partitura fue como «un viaje tanto al mundo interior del propio compositor como al del poeta, quienes exteriorizan la pintura de Miró bajo la forma de un lienzo musical y poético complejo: etéreo o denso, liso o rugoso, delicado o tosco», y el piano pasa a ser «un instrumento casi electroacústico».

Y ¿qué tiene la obra del artista afincado en la isla que interesa a Arnau Pons? Él mismo responde: «El hecho de ser un escritor catalán de Mallorca, que me he tenido que encontrar a mí mismo fuera de casa, lejos de mi cultura y de mi lengua materna, y también el hecho de haber hecho amistad con el poeta Jacques Dupin, que trabajó codo a codo con el pintor como intermediario textual de su pintura, me han servido para intentar meditar sobre el tipo de artista introspectivo y combativo que fue Miró».

Obra difícil

El resultado no es una obra nada fácil, ni para el público, que debe prestar una atención constante durante las dos horas que dura el espectáculo, ni para los intérpretes: El recitador, atento siempre a lo que sucede a pocos metros de él, y las pianistas que, a veces en solitario y mayoritariamente a cuatro manos, deben seguir las indicaciones que ha marcado el compositor, que no son pocas: ahora sentadas al teclado, ahora percutiendo las cuerdas con elementos externos, ahora tocando como si fuera un arpa.

Arnau Pons introduce figuras y metáforas claramente mironianas, como la mujer y el pájaro, «símbolo claro de la virilidad», afirma el poeta. «Sota aquest cel que ja no pertany a ningú, / i que respira hostil, / neix l’home de totes les dones», así empieza el texto de Pons. Para, al final, terminar con: «misteriós ocell, tu vius, vius encara en l’últim son / de la dona foradada que adorms».

El estreno el sábado en Barcelona, que contó con un público joven, numeroso y entusiasta, formó parte del festival Mixtur, con el que el Auditori Nacional de Catalunya quiere dar a conocer obras de nueva creación.

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