Entrevista

Rocío Saiz: "El enemigo es tu vida de mierda, tu piso de 22 m2 y tu derogación de libertades, no mis tetas"

La cantante, actriz y activista LGTBIQ, cuyo concierto detuvo un agente de la policía de Murcia, advierte de que la libertad de expresión está en peligro

La cantante, actriz y activista LGTBIQ, Rocío Saiz.

La cantante, actriz y activista LGTBIQ, Rocío Saiz.

Elena Hevia

Es uno de los rostros desconocidos para el gran público, Rocío Saiz, cantante, activista LGTBIQ y actriz, que ha alcanzado visibilidad por una vía muy chunga: siendo objeto de la represión de un inspector de policía que no le dejó mostrar el pecho en un concierto en Murcia -como viene haciendo desde que fundó su grupo, las Chillers, que hace ‘covers’ de Rocío Jurado o Camela-. Tras la euforia de la celebración del Orgullo, el pasado 6 de julio compartió escenario con Sidonie en Alicante y su cantante, Marc Ros, se marcó un desnudo integral para pasmo del público e incluso de la propia Saiz. Para ella y a pesar de que el episodio de Murcia se trató de una iniciativa individual por la que la policía le ha pedido perdón, se trata de una acción más de una dura ofensiva cultural que ya están sintonizando los gobiernos en los que se pacta o se gobierna con Vox. Tiempos duros para batallas que se creían ganadas. A Saiz -que también tiene una sección contracultural en Radio 3, ‘Tengo el coño en modo avión’- la pillamos en una piscina de Madrid, donde naturalmente practica el 'top less'.

¿Cómo estás viviendo esta semana de tensión en la redes en la que menos 'bonita' te llaman de todo?

Estoy agotada, las redes sociales echan humo. También están dejando a caldo a los de Sidonie, que siempre fue un grupo indie, formal y superaceptadísimo. Me gusta porque siempre han sido supermasculinos y ahora se han prestado a esto.

¿Teníais pactado que os desnudarías Marc Ros y tú?

No hasta ese punto. Lo propuse yo en el escenario. Así que me quité la camiseta, me quedé en bragas y de reojo vi que Marc se lo quitaba todo, pelota picada, pero con los pinkis, eso sí. En las redes hemos tenido que colgar las imágenes censuradas pero era la única manera de que la gente supiera que había pasado.

Llevas enseñando los pechos sobre el escenario desde hace siete u ocho años.

Empecé a hacerlo porque leí un libro de 1960, el manual de la buena esposa que te daba como 10 tips para serlo: estar calladita, tener la comida siempre preparada y ser discreta. Así que salí al escenario y dije: “para todos aquellos que dijeron que las mujeres teníamos que ser discretas”. Y entonces, me quité la camiseta.

Tiene entonces un sentido reivindicativo.

Cien por cien. Lo hago porque la gente sigue quejándose. El día en que me la quite y nadie diga nada dejaré de hacerlo. Bueno, he de decir que en Catalunya jamás he tenido una crítica, viví allí un tiempo. A veces la lio parda cantando fuera “Catalunya triomfant tornarà a ser rica i plena” y claro hay quien se enfada, pero a mí me da igual. Si todo lo que hago ayuda a crear un estado de opinión que impida derogar leyes, bienvenida sea.

"Respecto a las tetas, siempre digo que Rigoberta Bandini pone la música y yo el cuerpo"

¿Las tetas siguen dando miedo como proclama Rigoberta Bandini?

Si, pero ella nunca las ha enseñado. Yo siempre digo que ella pone la música y yo el cuerpo.

La policía te pidió perdón, ¿seguís con la denuncia?

Sí, claro, también lo denunciará la asociación No Te Prives e imagino que la fiscalía, que ha actuado realmente muy rápido. Sin embargo, eso no está pasando con las otras censuras del PP y de Vox en las que se alegan motivos presupuestarios. Ahora va a empezar una batalla en la que no sabemos de qué forma nos tendremos que pelear contra el poder, porque ellos no suelen amparar al más débil.

¿Crees que tu caso es el eslabón de una cadena de represión creciente?

Muchos artistas, creadores y directores de escena estamos creando una plataforma contra la censura y pronto daremos a conocer un manifiesto. Yo soy una más, pero la represión es creciente, cada día nos enteramos de un caso nuevo: Paco Bezerra en el Canal, Buzz LIghtyear en Cantabria, la obra de teatro de Virginia Woolf en Mallorca. Es un efecto cadena y antes estuvo Eugenio Merino a quien en Arco le censuraron un Franco metido en una nevera. Además saben esconder muy bien su censura, dejan el contrato sin firmar hasta el último día y ahí te informan de un cambio de presupuesto. El sentimiento general es que la libertad de expresión está en peligro.

"A las mujeres no se nos ha permitido mostrar el pecho fuera del ámbito sexual"

¿Puedes explicar por qué mostrar el pecho puede ser un símbolo de reinvindicación feminista?

Porque históricamente no se nos ha permitido mostrarlo fuera del ámbito sexual. El pecho femenino es para fines sexuales y en cambio el de ellos, no.

Protagonizas una comedia de lesbianas, 'La amiga de mi amiga', que puede verse en Filmin y ha cosechado muy buenas críticas en 'The Guardian'.

Sí, es una peli de bollleras, ahí también salimos en tetas. En España se ha quedado en los circuitos 'underground', pero está dando la vuelta al mundo, literalmente, por muchos festivales. También en Filmin puede verse un documental, 'La revolución bailando,' sobre mi trabajo en el escenario.

¿Crees que las lesbianas han alcanzado una mayor visibilidad en los últimos años?

La verdad que es no. Mucho menos que los hombres gays. Suelen asociarnos al mal humor, la estética fea, y la confictividad. Y no somos así, por eso hemos rodado una comedia divertida sobre esos tópicos.

¿Necesitaba el 'Como yo te amo' de Rocío Jurado que te quitaras la camiseta?

Pues sí. Nos critican en las redes diciendo que Rocío Jurado no estaría a favor de esto, y una mierda. Ella siempre estuvo a nuestro lado. Creo que todas las mujeres tenemos que estar unidas. Estos días también me han dado sorpresas, como que gente como Ana Rosa Quintana y Esperanza Aguirre me haya apoyado. Yo flipo. Pero está bien.

¿Qué le dirías a tus 'haters'?

Que no entiendo por qué no respetan nuestra manera de amar, porque a todos nos deja tirados Ryanair, independientemente de con quien te acueste. El enemigo es tu vida de mierda, tu casa de 22 metros cuadrados y tu derogación de libertades y de derechos, no mis tetas.