La escritora mallorquina Antònia Vicens ha sido galardonada con el 54 Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, que otorga Òmnium Cultural.

El galardón ha sido anunciado este miércoles por Xavier Antich, presidente de la entidad.

El jurado de esta edición estaba integrado por Marc Artigau, Judit Carrera, Martí Domínguez, Àngels Gregori, Ingrid Guardiola, Maria Rosa Lloret, Isidor Marí, Marta Nadal y Salvador Sunyer. Ha decidido entregar el galardón a Vicens "por la solidez de su obra literaria y la innovación en la búsqueda de una voz narrativa. Por su compromiso con la lengua y su activismo, que se ve en el inconformismo que pasa por trabajar la voz literaria a lo largo de la vida, así como en la capacidad de cultivar la lengua en edades tardías desde diferentes géneros, lo que ha generado como resultado una de las trayectorias más sorprendentes de nuestra literatura”. Además, ha remarcado también la "creación de una voz en constante experimentación, en la que se reconocen las generaciones más jóvenes de poetas".

Emocionada y agradecida

Vicens, de 80 años, se ha mostrado emocionada por recibir el galardón que convoca Òmnium y ha explicado que desde pequeña "coleccionaba palabras" que luego ha intentado transmitir en su obra.

Ha subrayado que en sus textos ha buscado recuperar palabras potentes, auténticas, "con aroma y sudor de la tierra", y ha lamentado la situación que vive el catalán, que hacen que instituciones como Òmnium y la Obra Cultural Balear (OCB) sean tan necesarias como cuando ella lo aprendió fuera de la escuela.

"Si bien ahora la lengua catalana tiene el prestigio que le corresponde y se ha abierto caminos, siempre está perseguida o acorralada, obligándonos a vivir aguardando la embestida. Saben que si hieren la lengua, nos sangra el alma", ha dicho.

La escritora, que ha hecho un llamamiento a la paz en Ucrania criticando también la "falsa moral" de algunos países, es la octava mujer que recibe el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, y ha considerado un honor compartir palmarés con autoras como Mercè Rodoreda o Marta Pessarrodona.

Vicens, que compagina narrativa con poética, ha dicho que quería revisar una novela corta que tenía escrita, pero que la concesión del premio ha detenido esta revisión, y ha dicho que no tiene decidido dónde recibirá el premio.

La escritora ha asegurado que vive una vida tranquila en una perpetua niebla en Palma en un tiempo que ha definido que "no es pasado, presente ni futuro".

El acto de entrega del premio tendrá lugar la primera quincena de junio de 2022 en una localización elegida conjuntamente con la persona premiada.

El Premio de Honor, que fue instituido en 1969 por Òmnium y dotado actualmente con 20.000 euros, se otorga cada año a una persona que, por su obra literaria o científica en lengua catalana, haya contribuido "de manera notable y continuada a la vida cultural" de los territorios de lengua catalana. 

Una larga trayectoria literaria

Vicens, nacida el 27 de marzo de 1941 en Santanyí, escribió su primera obra literaria, Banc de fusta, en 1968 cuando tenía 25 años y en 1967 ganó el Premi Sant Jordi de novela con 39º a l'ombra, que catapultó a la escritora en el panorama literario catalán.

Es autora de novelas como Material de fulletó, La santa, Gelat de maduixa, Febre alta, Lluny del tren y Terra seca y poemarios como Lovely y Tots els cavalls, entre otras obras.

Octava mujer en recibirlo

Su nombre se añade al de otros mallorquines que fueron distinguidos con el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes como son Francesc de Borja Moll (1971), Josep Maria Llompart (1982) Baltasar Porcel (2007), Josep Massot i Muntaner (2012), Joan Veny (2015) o Maria Antònia Oliver, recientemente fallecida, que lo recibió en 2016. El ibicenco Marià Villangómez fue distinguido con este galardón en 1989.

Es la octava mujer que recibe el Premi d'Honor tras Mercè Rodoreda (1980), Teresa Pàmies (2001), Montserrat Abelló (2008), Maria Antònia Oliver (2016), Isabel-Clara Simó (2017), Marta Pessarrodona (2019) y Maria Barbal (2021).

Vicens también ha recibido reconocimientos como la Creu de Sant Jordi de la Generalitat, el Premi Ramon Llull del Govern balear, el Premi Nacional de Cultura de la Generalitat y la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Palma.