La Guardia Civil llevó a cabo ayer una descomunal operación contra el narcotráfico en Son Banya, Son Gotleu, La Soledad y varias localidades de la Part Forana, con un despliegue sin precedentes en el que participaron unos cuatrocientos agentes, para realizar unos 60 registros domiciliarios en puntos de venta de droga. La intervención se llevó por delante varios clanes de narcos y a históricos como Isidro C.P., alias El Moreno, uno de los hermanos de La Paca, la antaño poderosa matriarca del poblado. Entre los objetivos de los investigadores estaba acabar con los últimos reductos de narcotráfico que quedan activos en el poblado, que fue literalmente tomado sin oposición por la Benemérita. Ayer había al menos veinte detenidos y se habían incautado diversas cantidades de droga, la mayoría papelinas dispuestas para la venta.

Se trataba de la continuación de la "operación Ludar", fruto de una investigación del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algaida, cuya primera fase se cerró a mediados del mes pasado con una treintena de detenidos y la desarticulación de otros tantos puntos de venta de droga repartidos por Palma, Inca, Selva, Marratxí y Felanitx. Pero en la operación de ayer se superó de largo el despliegue anterior. La Guardia Civil hizo una exhibición de fuerza, con unos 350 agentes de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) y los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) desplazados desde la península, a los que se unieron efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic), Policía Judicial, Patrulla Fiscal y Grupo Cinológico.

Los investigadores habían localizado un total de 58 domicilios vinculados a organizaciones de narcotraficantes, para los que obtuvo órdenes judiciales de entrada y registro. De ellos, 25 estaban en Son Banya y el resto repartidos en otras barriadas de Palma -sobre todo La Soledad y Son Gotleu- y localidades de la Part Forana.

Sobre las seis de la mañana, el impresionante contingente de la Guardia Civil, con unos doscientos vehículos, irrumpió en Son Banya. Hasta el punto de que el conflictivo asentamiento quedó completamente tomado y cualquier atisbo de resistencia de los moradores se antojaba imposible.

Los investigadores comenzaron a realizar los registros en los domicilios marcados previamente, en medio de una tranquilidad inusitada.

Un autobús de detenidos

Los numerosos arrestados fueron introducidos en un autobús del Instituto Armado desplazado expresamente hasta el asentamiento para que fueran conducidos a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Balears, en la calle Manuel Azaña.

El operativo en el poblado se prolongó durante buena parte de la mañana. Los guías caninos llevaron a los perros adiestrados para escudriñar todos los rincones en busca de droga y de dinero. Los agentes tiraron varios muros, a golpe de maza, en algunas infraviviendas del poblado para tratar de descubir búnkeres donde presuntamente los narcos ocultaban droga y dinero.

Los investigadores introdujeron en los vehículos cajas con supuesta documentación incriminatoria y elementos relacionados con el tráfico de sustancias estuppefacientes.

La pretensión de la espectacular redada de los efectivos del Instituto Armado era asestar el golpe definitivo en el poblado para acabar con el tráfico de drogas en Son Banya. Un paso previo a su anunciada demolición.

De forma simultánea, otros grupos de guardias civiles se desplegaron por otras barriadas de Palma, como Son Gotleu y La Soledad, donde se habían localizado otros puntos de venta de droga.

En la calle Prunes, en La Soledad, los agentes allanaron la casa de Isidro C.P., alias El Moreno, uno de los hermanos de La Paca. Se trata de uno de los históricos del narcotráfico en el poblado, que fue condenado a once años de prisión por el caso Son Banya y que había salido recientemente de prisión. Junto a él fueron detenido su mujer y uno de sus hijos. Al parecer el capo se había instalado en La Soledad tras los sucesivos golpes policiales y ante los planes de desmantelamiento del poblado.

En total, durante esta segunda fase de la operación han sido detenidos más de veinte sospechosos y se han intervenido distintas cantidades de droga, la mayoría dispuestas en papelinas preparadas para la venta a los consumidores. Los investigadores proseguían ayer con una actividad frenética, tomando declaración a los detenidos y confeccionando los atestados antes de conducirles a disposición judicial en los próximos días.