'La Paca' volverá a sentarse en el banquillo. La fiscalía pide una nueva condena de once años de prisión para la histórica matriarca de Son Banya por comprar fincas, negocios y coches de lujo con dinero de la droga, defraudar al fisco por los cuatro millones de euros descubiertos en varios zulos del poblado y aceptar joyas robadas como pago por los estupefacientes. Francisca Cortés Picazo, acusada de delitos de blanqueo, receptación y contra la hacienda pública, será juzgada junto a otras 16 personas, entre ellos su supuesta contable, empresarios de la construcción y el sector hípico y testaferros a los que utilizaba para la adquisición de bienes con los beneficios del narcotráfico.

El titular del juzgado de instrucción número 12 de Palma, Manuel Penalva, acaba de dictar el auto de apertura de juicio oral, que pone fin a una investigación iniciada hace casi una década. En septiembre de 2009, con 'La Paca' en prisión, la Policía encontró su tesoro enterrado en Son Banya. En varios zulos de un almacén anexo a su vivienda y bajo la caseta de un perro se encontraron 4,3 millones de euros, 8.000 dólares, y 7,5 kilos de joyas y piedras preciosas. Buena parte de estas alhajas procedían de 60 robos y hurtos y habrían sido entregadas a 'La Paca' y los suyos como medio de pago, que las aceptaban a sabiendas de su origen ilícito.

El botín, que a día de hoy nadie ha reclamado como suyo, estaba metido en siete cajas bajo una capa de hormigón de 30 centímetros. El operativo, bautizado como 'Operación Musaraña', supuso un durísimo golpe para las finanzas del clan.

Las pesquisas sobre la economía de 'La Paca' se extendieron a sus propiedades. Según la investigación de la Policía, durante la década anterior había comprado al menos siete fincas, una discoteca, caballos de competición y varios coches de alta gama con los enormes beneficios de la venta de drogas. En la trama habría jugado un papel clave Lourdes M.B., una mujer de la máxima confianza de la matriarca que se habría encargado de gestionar estas operaciones. Para ello, supuestamente utilizaba a otras personas que actuaban como testaferros para camuflar las inversiones de 'La Paca'.

La fiscalía considera a la matriarca autora de un delito continuado de blanqueo de capitales procedentes del tráfico de estupefacientes, 60 delitos continuados de receptación por aceptar las joyas robadas como pago y otro contra la hacienda pública por no pagar los impuestos correspondientes a los más de cuatro millones de euros enterrados en Son Banya. En total, el ministerio público pide once años de prisión, una multa de 3,5 millones de euros y otra sanción del triple del valor de los bienes con los que blanqueó el dinero de la droga. La Abogacía del Estado, en nombre de la Agencia Tributaria, reclama para ella tres años de cárcel y que abone 1,8 millones de euros por las cuotas impagadas del IRPF del año 2009.

Para su presunta contable y otros tres acusados de blanquear directamente el dinero del narcotráfico la fiscalía pide cuatro años y siete meses de cárcel. Los otros doce procesados, considerados cooperadores necesarios por actuar como testaferros se enfrentan a sendas penas de tres años y cinco meses de reclusión.

En el auto, contra el que no cabe recurso, el juez Manuel Penalva acuerda mantener en libertad a todos los acusados. Además, señala a la Audiencia Provincial de Palma como órgano competente para juzgar el caso. La vista oral se celebrará en los próximos meses.

'La Paca' disfruta desde el pasado mes de diciembre del tercer grado penitenciario, tras cumplir buena parte de los 16 años de cárcel que se le impusieron por el 'Caso Son Banya'.