El Real Mallorca asume el encuentro de esta tarde ante el Nàstic de Tarragona como un punto de inflexión. Deben ser noventa minutos en los que los jugadores logren despojarse del pesimismo que ronda en sus cabezas. La victoria es indispensable, pero lo verdaderamente necesario es el cambio de actitud. La llegada al banquillo de Sergi Barjuan es la base sobre la que se sustenta esta ambición.

El nuevo técnico tan solo ha podido dirigir tres entrenamientos desde que el miércoles sustituyera a Javier Olaizola. Las exigencias en la clasificación exigen resultados positivos. Quedan diez encuentros, 30 puntos en juego y las estadísticas dicen que hay que lograr seis victorias para soñar con la permanencia.

Barjuan no viene a revolucionar el equipo, al menos por el momento. En estos tres días ha enfocado sus sesiones en recuperar la confianza de sus jugadores. El técnico ha dejado aparcadas las clases magistrales de táctica y ha centrado su discurso en ganarse la confianza de sus pupilos. "Tendrá minutos quien venga a tirar del carro", esa ha sido su doctrina.

Cuestionado sobre el once que saldría de inicio ante el Nàstic, Sergi se mostró muy comedido a la hora de mostrar sus cartas. El técnico catalán puede jugar ante el Nàstic con el factor sorpresa. A excepción del sancionado Culio, el de las Franqueses del Vallès ha podido contar con toda la plantilla para el encuentro de esta tarde en Son Moix. Ayer realizó sus primeros descartes al dejar fuera de la convocatoria a Oriol, Dalmau, Saúl y Pleguezuelo.

Tanto en el día de su presentación, como en la rueda de prensa que ofreció ayer en el estadio de Son Moix, Barjuan tuvo unas palabras para Óscar Díaz. Aislado por Vázquez y Olaizola por su nefasto rendimiento, el madrileño puede tener una nueva oportunidad con Sergi. Seguramente empezará el encuentro desde el banquillo, pero todo apunta a que podría disfrutar de minutos.

Por su parte, el Nàstic afronta el partido con el optimismo que le aporta la última victoria a domicilio contra el Valladolid, hace un par de jornadas. El equipo de Juan Merino se muestra más cómodo fuera del Nou Estadi, donde ha logrado realizar partidos más completos que en su propio feudo. El técnico andaluz recupera para el partido ante el Mallorca al centrocampista Xavi Molina, ausente la última jornada por sanción y a Álex López, recuperado de una lesión que le obligó a perderse las dos últimas citas ligueras.

Para ambos equipos la victoria es casi el único resultado viable. No sumar los tres puntos sería sinónimo de fracaso. Tras seis jornadas en descenso, una victoria no sacaría al Mallorca de la situación pero sería el punto de inflexión para afrontar en buenas condiciones los próximos partidos. El Mallorca, a cinco de la salvación, se quedaría a dos en caso de triunfo. A las 16 horas en Son Moix se decide el futuro de los bermellones.