Menos mal que la presentación del primer equipo y del resto de plantillas de las categorías inferiores del Real Mallorca era lo de menos porque fue la más fría que se recuerda, sin alardes de ningún tipo y sin siquiera parlamentos del presidente, que ni asistió al Iberostar Estadio -Biel Cerdà-, ni del entrenador, que no llevaba ni 24 horas en el cargo -Valeri Karpin- ni tampoco del capitán -Joao Víctor-.

Los acontecimientos de los últimos días focalizaban la atención de los escasos cuatro mil hinchas en Dudu Aouate, que por primera vez se sentó en el palco como manager general, el director deportivo Miquel Àngel Nadal, el entrenador Valeri Karpin y los ya expreparadores de los bermellones, Miquel Soler y Vicente Engonga. Además, Nunes, que suena como futuro presidente, ocupó la parte alta de la zona noble junto a Martí, que todavía no está inscrito como futbolista de la plantilla. Pero mejor ir por partes.

El israelí, que presumiblemente en los próximos días se convertirá en el máximo accionista del Mallorca, arrancó los aplausos de la afición, que coreó su nombre en repetidas ocasiones, cuando estaba en el propio palco y también sobre el césped, a la hora de dar el trofeo Ciutat de Palma. Y eso que había tomado hacía unas horas una drástica decisión no exenta de polémica como era prescindir de Soler y Engonga para apostar por Karpin. Esto no le pasó factura, ni mucho menos, aunque los que hasta el martes dirigían al equipo no pararon de recibir muestras de cariño durante el encuentro. Tanto el catalán como el cántabro no se escondieron y, como dos mallorquinistas más, se sentaron en la grada para ver a sus expupilos. Y un detalle muy significativo. Nadal, que oficialmente sigue siendo el director deportivo del club, prefirió estar junto a Soler y Engonga que con su nuevo jefe en el palco. No ha dimitido pero mostró públicamente su respaldo a los despedidos.

Mientras tanto, Karpin ya dio órdenes a unos jugadores que había conocido por la mañana en Son Bibiloni. El estonio, que llegó a fumarse un cigarro vestido de corto, antes de la presentación, recibió aplausos de la hinchada, aunque lo cierto es que también se oyó algún timido silbido que quizá con el tiempo quede en anécdota. El balón será el que manda, como siempre. Cendrós en su regreso al Mallorca, fue el más aplaudido, aunque la ´perla´ Marco Asensio y Fofo también pueden darse por satisfechos. Los futbolistas saltaron de uno en uno al centro del campo en un inmenso pasillo formado por todos los jugadores de los equipos base, que querían tocar a los mayores como si fueran sus ídolos. Quizá ya lo son.