El pasado día 16 falleció en sa Pobla, a los 70 años de edad, José Luis Rosa Mauenda, que durante 27 años ejerció las labores de sepulturero y cuidador del cementerio municipal. Siempre fue ayudado por su esposa Mari Carmen Fernández y por su hijo Paco, que ocupa el cargo que dejó su padre, hace unos doce, a causa de un grave accidente laboral.

José Luis sucedió en el oficio a su padre, Francisco Rosa González. Se trata pues de tres generaciones de la familia Rosa, que a lo largo de más de medio siglo han venido cuidando del camposanto local. Los Rosa, han sido y siguen siendo un familia muy popular y apreciada en sa Pobla, tanto por su carácter afable, como por la entrega, dedicación y profesionalidad con que han llevado a cabo su labor, tanto en sus servicios fúnebres, como en el pulcro cuidado del cementerio y sus jardines.

Hasta hace poco era frecuente ver a José Luis y su esposa, repartiendo por el pueblo las esquelas de los difuntos y charlar amablemente con los vecinos que se cruzaban con ellos, así como encontrar al finado, casi a diario en las dependencias mortuorias.

La gran afición de José Luis era la de la radio y le gustaba compartir con sus amigos las alegrías que le daba comunicarse, a través de su indicativo a largas distancias, con otras personas del mundo.