Vecinos y colectivos diversos se están movilizando contra una posible privatización del puerto y una ampliación de 150 amarres. Pese a no haber aún un proyecto oficial presentado, cada vez hay más rumores acerca de ello. Tanto residentes en la Colònia de Sant Jordi como titulares de amarres de la instalación competencia de Ports de les Illes Balears se han dirigido a este diario para expresar su preocupación y oposición.

Según advierten muchos ciudadanos, "detrás de la privatización se esconde la ampliación del puerto en un mínimo de 150 amarres". En esta línea, también ya ha trascendido que la elevada inversión contemplaría espacio para embarcaciones de hasta 30 metros.

El puerto de la Colònia está históricamente caracterizado por su carácter familiar, de refugio para pequeñas embarcaciones recreativas y de pesca, en un entorno privilegiado con vistas a playas emblemáticas de la finca de s´Avall y Cabrera como referente.

Los vecinos contrarios a la privatización aseguran que el puerto colonier "es rentable" y temen los efectos negativos que pudiera conllevar la privatización y ampliación. "Todo apunta a que se convertiría en un puerto para ricos", avisan.

Una de las principales inquietudes radica en los presuntos perjuicios medioambientales que provocaría la construcción de un espigón. Expertos sostienen que se modificarían las corrientes marinas y el impacto para la playa del Dolç podría ser mortal, y a su vez muy grave para restos arqueológicos, posidonia, etcétera.

Otro aspecto que también está causando debate es cómo se traduciría la privatización en la actividad comercial. El posible negocio interno de tiendas, restaurantes y empresas náuticas externas podría afectar al tejido comercial que no está dentro del complejo portuario.

Asimismo hay quienes auguran que, de ejecutarse el proyecto, habrá más caos circulatorio.

Una vieja pretensión

Residentes recuerdan que desde hace años se está intentando la privatización y ampliación y que Cala Galiota fue también objeto de defensa social.

La Asociación de vecinos, usuarios y consumidores de ses Salines y Colònia de Sant Jordi, presidida por Jaume Pou, no se pronunciará hasta que haya proyecto firme.

Se da la casualidad de que en estos momentos también hay otros proyectos de privatización y ampliación de puertos en Mallorca. Uno de los más polémicos es el de ampliar el club náutico de s´Arenal de Llucmajor. GOB y Més, los que mayor rechazo han mostrado.