El municipio de Alcúdia, uno de los más afectados de la isla por la plaga de picudo rojo, ha solicitado la autorización de la dirección general de Agricultura para instalar trampas hormonales para intentar frenar y controlar el avance de la enfermedad de las palmeras. Durante el pasado mes de febrero se colocaron hasta quince trampas en diferentes zonas del municipio, incluidas dos escuelas públicas. La intención es la de realizar una tarea divulgativa entre los alumnos de los centros educativos.

Las trampas hormonales instaladas por el ayuntamiento de Alcúdia atraen a los los machos del picudo rojo, que quedan atrapados en el interior de la trampa. "De esta manera, se reduce el número de palmeras infectadas y también el número de hembras fértiles que ponen huevos", explican fuentes municipales.

La presencia del picudo rojo fue detectada en el municipio del Nord en enero de 2010. El Consistorio explica que desde el primer momento se activó un protocolo para frenar la evolución de la plaga mediante el tratamiento de todas las palmeras municipales de la especie más susceptible, la ´Phoenix canariensis´, que suman unas 270 unidades. Los tratamientos se realizan cada dos meses, principalmente mediante el uso de nematodos y otros productos fitosanitarios.

Asimismo, el departamento de Medio Ambiente realiza inspecciones frecuentes a las palmeras afectadas y ha puesto en marcha diversas campañas informativas consistentes en el reparto de folletos explicativos a los propietarios de ejemplares infectados, a quienes se insta a realizar el tratamiento recomendado desde la Administración para evitar la expansión.