El testamento de Feliciano Fuster dona directamente al ayuntamiento de Santa Margalida una parte muy significativa de sus importantes colecciones de cuadros y libros, pero la institución local también podría ser beneficiaria de la mitad del solar que ocupa la antigua fábrica de licores si no se cumplen una serie de condicionantes que el ingeniero dejó plasmados en su testamento.

En principio, el solar, las ruinas de la fábrica y las viviendas que fueron construidas por el abuelo de Feliciano Fuster y cuya propiedad le correspondía al expresidente de Endesa en un ochenta por ciento pasarán a ser propiedad de la asociación Amadiba, que trabaja en la asistencia a personas que sufren discapacidades. Al parecer, esta asociación había mostrado su interés en la adquisición de los terrenos.

Donación condicionada

La donación de la fábrica está condicionada a la creación de un centro de discapacitados para la isla, un proyecto que, según Fuster, podría ser interesante tanto para Santa Margalida como para el resto de Mallorca, hasta el punto de dejar escrita una sugerencia al Ayuntamiento ´vilero´ en el sentido de que sepa facilitar el proyecto y la posterior puesta en marcha de esta iniciativa. Sin embargo, no define ningún plazo para su materialización.

En el caso de que el proyecto no pueda llevarse a cabo por parte de Amadiba, el testamento especifica que las instalaciones de la fábrica pasarían a ser propiedad, a partes iguales, de la iglesia de Santa Margalida y del Ayuntamiento de esta localidad para su conversión en una zona de recreo y jardín de infancia.