La finca de agricultura ecológica sa Teulera de Petra fue ayer el ejemplo perfecto para mostrar a una treintena de padres y madres de escolares de la comarca del Pla de Mallorca los beneficios que los productos sin añadidos químicos pueden reportar, tanto a la salud de los alumnos como en el nuevo desarrollo económico de la agricultura local de proximidad.

Actualmente, el proyecto iniciado hace un año y medio por l´Associació de la Producció Agrària Ecològica de Mallorca (Apaema), con la colaboración de Amics de la Terra, ya ha logrado introducir productos frescos y respetuosos con el medio ambiente en más de 25 centros de primaria de Mallorca, que dan de comer a aproximadamente 2.000 alumnos. "Eso también repercute directamente en el desarrollo rural, que ahora intentamos expandir en la comarca del Pla, donde tres escuelas han confiado, de momento, en productos ecológicos para sus comedores", recuerda la responsable de la iniciativa Roser Badia.

Por ahora las cifras cantan por si solas: más de 2.500 lechugas, 1.200 kilos de naranjas o 500 kilos de garbanzos ya han llegado a las cocinas directamente del agricultor sin necesidad de ningún tipo de intermediario. "Poco a poco se va haciendo evidente que la opción de introducir alimentos ecológicos en los comedores escolares no solo es viable económicamente, sino que además supone importantes beneficios a nivel social y ambiental.

Según Amics de la Terra, uno de los principales obstáculos para la extensión y continuidad del proyecto, es todavía la falta de sensibilización de los consumidores. "Se trata de que los centros puedan entrar en contacto con los productores que tengan más cerca geográficamente, para poco a poco, crear una red efectiva".