El prior de Lluc, Jaume Reynés, tuvo que corregir ayer públicamente al conseller Biel Vicens, que se había referido al centro espiritual de la Serra de Tramuntana como un monasterio, un fallo que muchos en la isla suelen cometer más por inercia que por ignorancia. Pues no, Lluc es un santuario, término que se refiere a un templo que recibe la peregrinación de fieles de una determinada religión, una definición que coincide con la tradición de Lluc, y no un monasterio o abadía, lugar que se llama así porque en él habitan uno o varios monjes, que no es el caso.

Dos consellers visitan el templo en horas distintas

Lluc recibió ayer la visita del conseller Vicens por la mañana para visitar las obras de ca s´Amitger, y de la consellera de Turismo, Joana Barceló, por la tarde, para presentar otro proyecto de mejora financiado por el Govern. ¿No podrían estar más coordinados y usar el mismo coche oficial para ahorrar combustible?