La concejal de Gobernación del ayuntamiento de Sóller, Joana Medina, reveló ayer que en los últimos dos años la Policía Local solo ha tenido conocimiento de dos denuncias relacionadas con el vandalismo y robos cometidos en el barrio de sa Calatrava.

Unos 40 residentes de este barrio irrumpieron la semana pasada en el pleno de la corporación en demanda de mayor seguridad y advirtieron que, en caso de que no lo haga el Ayuntamiento, actuarán ellos por su cuenta.

En rueda de prensa, Medina aseguró que tras la denuncia en el pleno el Consistorio ha recabado información en la Policía y Guardia Civil "y solo existe constancia por escrito de dos denuncias", por lo que restó importancia a la situación "extrema" que denunciaron los vecinos en el pleno. Sostuvo que Sóller es un municipio "privilegiado" porque "no existe la delincuencia que hay en otros lugares" y que "en sa Calatrava no hay más vandalismo que en otros lugares de Sóller". Descartó que el barrio sea una zona "conflictiva".

Controles para tranquilizar

No obstante, afirmó que tanto Policía como Guardia Civil realizan rondas periódicas en la plaza y que tras la denuncia ciudadana este control ha sido acentuado con el fin de tranquilizar a los vecinos. A su vez los instó a que presenten denuncias por escrito cuando haya incidencias "porque este es el único camino para que se puedan tramitar diligencias contra los gamberros".

Medina señaló que en los controles rutinarios policiales se han identificado algunos menores haciendo fechorías por lo que se han instruido diligencias policiales contra ellos. Algunos de estos chicos han sido multados con trabajos a beneficio de la comunidad.