María Sabeva es profesora de yoga desde hace más de cinco años. Además imparte clases de expresión corporal para niños en el Estudio Ashram OM, de la calle General Riera.

–¿En qué consiste el curso?

–Les enseño a reconocer, a enfocar y dejar salir los sentimientos. La herramienta principal es la pantomima mezclada con el yoga, para que lo relacionen con un juego porque es importante que se diviertan. Esa combinación sirve de autoexpresión y de reflexión dinámica para que los niños se sientan sin restricciones ni límites. Para que imaginen y busquen respuestas creativas a las emociones que sienten.

–¿Cómo reaccionan los niños?

–Al principio algo rígidos, como les impone nuestra sociedad, pero poco a poco suprimen barreras y los sentimientos fluyen de forma natural y relajada. La idea es que desaprendan esa represión emocional occidental y autoreconozcan sus sentimientos. Así los niños encuentran su forma natural de ser. Ganan autonomía y desarrollan su conciencia, lo que les acaba beneficiando en el comportamiento frente a todos los ámbitos de su vida.