Mucho se ha hablado estos últimos días del mal planteamiento que las y los coordinadores de la PBAU han realizado este curso y que tuvieron lugar los pasados días 6, 7 y 8 de junio: falta del topic para la redacción en inglés; mala traducción en las preguntas del catalán al castellano y algún cambio en las preguntas para aquellas personas que decidieron tener los exámenes en castellano; o el famoso texto del dictador Franco. Y es aquí donde nos gustaría hacer algunas reflexiones como antiguos alumnos de Miquel Deyà, como licenciados en Historia y uno de los abajo firmante ejerciendo de profesor de Historia.

En el año 2011, el Dr. Miquel Deyà fue nombrado Director General de Universidades con un cierto consenso en la idoneidad para el cargo, como se vería posteriormente con su nombramiento como interlocutor para las negociaciones con la Assemblea de Docents, nombramiento que dejaba en manos de otras personas la elección de preguntas, textos y mapas para los futuros exámenes de selectividad. Sin embargo, esta última prueba de PBAU de Historia no ha gustado entre mucha gente que por aquel entonces sí vio con buenos ojos el nombramiento de Deyà para dicho cargo. Hoy la hipocresía académica, la falsa progresía y el infantilismo de la izquierda de salón han hecho acto de presencia por el texto histórico escogido de una de las dos opciones del examen, acusando de apología del Franquismo o de adoctrinamiento (al más puro estilo althusseriano y su Aparato Ideológico del Estado) en 2º de Bachillerato y con una variedad de profesores y profesoras que hace, justamente, muy difícil el adoctrinamiento en las aulas.¡Qué desfachatez utilizar un texto histórico en un examen de Historia de España!

Pero hagamos un poco de memoria, que de eso trata en buena parte la Historia. Y es que algunos tenemos la manía, por deformación profesional, de acudir siempre a las fuentes para poder obtener ciertos datos e interpretarlos de la manera más objetiva posible (si es eso posible en un disciplina como la Historia).

Como decíamos, algunos solemos comparar documentación y eso es lo que hemos hecho al respecto con otras convocatorias de las pruebas de acceso a la universidad desde el año 2004. Resulta que en la convocatoria de septiembre de 2005 una de las opciones a desarrollar fue un comentario de texto de Miguel Primo de Rivera donde, entre otras cosas, se justificaba el golpe de Estado -y posterior Dictadura (1923-30)- del 13 de septiembre de 1923, y nadie puso el grito en el cielo por ello; en junio de 2006 el texto escogido fue el Discurso de la Corona de 22 de noviembre de 1975 donde se hacía omisión de la palabra democracia en España y sí se veía el continuismo del franquismo (no podía ser de otra manera ya que en 1969 fue designado heredero de la Jefatura del Estado y, por ende, del Régimen) en la figura del rey emérito Juan Carlos I; en el año 2010 en la opción b) del modelo 3, tenemos un mapa de Marruecos a partir del cual se debía explicar la política española en Marruecos y no por ello era una apología del neocolonialismo; en la opción a) del modelo 1 de junio de 2013 (recordemos que el coordinador por aquel entonces era Sebastià Serra Busquets, conocido por su militancia en el PSM y luego su simpatía en la extinta UM) fue el mapa de Europa que surge como consecuencia de la Guerra de Sucesión y del Tratado de Utrecht y no consideramos que nadie hiciera apología del centralismo borbónico o una reivindicación de los derechos propios de los territorios que conformaban la Corona de Aragón, especialmente los referidos al uso de la lengua catalana en el ámbito administrativo. Y así podríamos hablar de otras preguntas como la de las cortes liberales de Cádiz en la cual alguno podría ver apología del partido político Ciudadanos, por aquello de que "los liberales de Cádiz han vuelto para gobernar" (Albert Rivera, 5 de febrero de 2017, en prensa).

En definitiva, la polémica creada a partir de la prueba de Historia en la PBAU no tiene fundamento alguno desde el punto de vista académico ya que cumple con toda la normativa ni mucho menos desde el punto de vista del historiador, Y en este sentido consideramos que el Doctor Deyà, al margen de nuestras más que evidentes diferencias ideológicas, ha obrado con total legalidad y legitimidad al hacer uso de un texto histórico para la prueba de Historia de España.

Y es que como dejó escrito en su obra el maestro Pierre Vilar, se trata de "pensar históricamente". Y la enseñanza de la Historia, su utilidad, no deja de ser la del "análisis del pasado para elaborar un proyecto social", como tantas veces ha destacado el maestro Josep Fontana.

*Juan M. Gallego Galán es licenciado en Historia y Gustavo Martín Hernández, profesor de Historia de Secundaria.