Pese a que a los políticos han asegurado por activa y pasiva que no se quedará ninguna plaza sanitaria sin cubrir por el requisito del catalán, el único neurocirujano que se había presentado a un puesto interino en Son Espases ha sido descartado por no acreditar el conocimiento idiomático, según la resolución comunicada el pasado lunes a todos los trabajadores del hospital de referencia a través de su correo electrónico corporativo. Una resolución que, además, es un error administrativo ya que el candidato excluido asegura que sí tiene la titulación exigida.

En tanto y cuanto el decreto que regula el uso del catalán en la sanidad pública balear no sea aprobado, las contrataciones sanitarias se siguen rigiendo por lo establecido en la ley 4/2016 de Función Pública en vigor. Y esta normativa trata de manera diferente a los jefes de servicio que a los facultativos subalternos que estos mandan.

Los primeros quedan exonerados de acreditar el catalán porque "para desempeñar las funciones de la plaza se requiere una cualificación, unos conocimientos y unas habilidades directivas especiales", lo que permite, tal y como se establece en el apartado 3 de la disposición transitoria segunda de la citada ley, que "si el personal interesado no puede acreditar el nivel de conocimientos de la lengua catalana correspondiente a la plaza a la que opta, excepcionalmente puede participar" en las convocatorias.

Ni a los dos años

Tal y como adelantó DIARIO de MALLORCA, tres jefes de servicios médicos de Son Espases (la de Hematología, Antònia Sampol, el de Ginecología y Obstetricia, Octavi Córdoba, y el de Cirugía Cardiaca, José Ignacio Sáez de Ibarra) ya fueron elegidos para sus cargos entre los meses de agosto y diciembre del año pasado sin tener que acreditar el conocimiento idiomático (por entonces a los médicos se les exigía el B2 con el primer decreto que posteriormente ha sido suavizado) en el momento de optar al puesto ni dos años después de haber accedido a él.

Y lo mismo ocurrirá con otras cinco jefaturas de servicio convocadas el pasado 4 de enero y en las que los candidatos se podrán acoger a esta misma disposición transitoria de la ley de Función Pública en vigor desde abril de 2016.

Sobre la plaza recientemente convocada para cubrir de forma interina una vacante en el departamento de Neurocirugía de Son Espases, un servicio único y de referencia para toda la comunidad autónoma, el único aspirante al puesto que ha sido inicialmente excluido por no cumplir el requisito del catalán, el doctor Víctor González Jiménez, asegura que sí lo tiene y que se ha tratado de un error administrativo que confía que sea subsanado en breve.

Molesto con el correo

"Cuando salió la convocatoria de esta plaza (BOIB número 153 de 16/12/2017) se exigía el nivel B2 de catalán a todos los candidatos. Al presentar la documentación cumplimenté el papeleo de la autoevaluación de los méritos y requisitos y en ese apartado puse que tenía el nivel B2 de catalán, pero no entregué la fotocopia del título porque ni los mismos administrativos me la exigieron en ese momento", explicaba ayer el neurocirujano inicialmente excluido. Un profesional que estaba molesto después de ver cómo el pasado lunes circuló por el correo corporativo de Son Espases, al que tienen acceso la práctica totalidad de los trabajadores, la resolución del director general del IB-Salut que no le consideraba apto para el puesto por no saber catalán.

El doctor González, que ayer ya presentó la reclamación correspondiente presentando fotocopia de su certificado B2 de catalán, lleva dos años y medio trabajando en el servicio de Neurocirugía de Son Espases con contratos eventuales tras adquirir la especialidad durante cinco años de formación en el Clínic de Barcelona

"Entré a trabajar en Son Espases en octubre de 2015 con un contrato de sustitución por una excedencia del médico titular y me saqué el certificado B2 de catalán en mayo de 2016 anticipándome a que fuera un requisito para trabajar aquí", explica este especialista natural de Galicia que confiesa que no lo habla con soltura aunque asegura entenderlo.

Preguntado sobre qué opina sobre todo este asunto, el candidato a este contrato interino prefiere reservarse su opinión en tanto la plaza no sea adjudicada aunque sostiene que, a su parecer, el conocimiento del catalán debería ser un mérito y no un requisito para trabajar en el IB-Salut. Por último, desde la gerencia de Son Espases se arguyó que la resolución que hicieron circular el lunes era un listado provisional y que el listado definitivo tendría que admitirle sí o sí, independientemente de que acreditase o no el catalán, al tratarse del único candidato.