Endesa está detectando en Balears una media de casi cinco fraudes diarios por la manipulación de los contadores de electricidad para reducir la factura. La cifra es más que notable, pero que ha registrado una intensa caída durante el último año de la mano de la implantación de los nuevos aparatos de telegestión. Un dato a destacar: los protagonistas de estas irregularidades no son personas en situación de pobreza energética, como se refleja en que alrededor de la mitad de la energía recuperada corresponde a empresas, principalmente negocios de restauración y comercios, mientras que en el caso de los hogares una parte apreciable está vinculada a actividades delictivas, como la plantación de marihuana.
Los casos de fraude por la manipulación de contadores en el archipiélago han tenido una evolución llamativa: en 2015 se abrieron 2.646 expedientes por este motivo, lo que permitió recuperar 39 millones de kilovatios/hora. En 2016 esta cifra se disparó, con 4.235 expedientes y 56 millones de kw/h recuperados. Este fuerte crecimiento coincidió con un refuerzo de los equipos de inspección y con una intensificación del proceso en la sustitución de los viejos contadores por los nuevos de telegestión o 'inteligentes'.
Estos últimos aparatos se activaron durante el pasado año, y ahí se produce la caída: en 2017 se abrieron 1.782 expedientes y se recuperaron 20,5 millones de kw/h. Esta bajada se explica porque con esos contadores resulta mucho más difícil cometer un fraude y además es mucho más fácil de detectar por parte de Endesa, tanto con las revisiones presenciales que se realizan de forma periódica como, y muy especialmente, por la vigilancia a distancia con los datos que estos aparatos aportan. Sin embargo, la cifra del pasado ejercicio sigue sin ser despreciable, con la media antes señalada de casi cinco fraudes diarios descubiertos.
En cualquier caso, desde Endesa se apunta que, además del efecto disuasorio que ha conllevado la implantación de los contadores inteligentes, también hay que tener en cuenta la concienciación de muchos ciudadanos sobre el peligro de electrocución que implica la manipulación de estos aparatos.
Protagonistas del fraude
A la hora de analizar la autoría de estos fraudes, desde la citada empresa se subraya que los ciudadanos de a pie no suelen cometer este tipo de delitos (hay que recordar que estos fraudes están contemplados en el código penal), y que prácticamente ninguno de estos casos está relacionado con la pobreza energética.
Para estos últimos, Endesa tiene un acuerdo con la conselleria de Servicios Sociales y con los ayuntamientos isleños para evitar que las familias con problemas económicos puedan padecer cortes en el suministro.
Según se pone de relieve, el 50% de la energía recuperada al detectar estas irregularidades corresponde a actividades empresariales, en una gran parte de restauración y comercios, según se desprende de los códigos de actividad que figuran en los contratos de suministro. Pero además, en la parte vinculada a domicilios particulares, hay un porcentaje elevado de prácticas delictivas, como es el caso de plantaciones de marihuana.
En este sentido, la empresa eléctrica destaca la colaboración que mantiene con los cuerpos de seguridad del Estado a la hora de hacer frente a este tipo de situaciones, lo que explica que haya casos de fraude detectados por la información aportada por Policía Nacional y Guardia Civil, mientras que en otros son los datos de Endesa los que dan pie a la actuación de los citados agentes.
Un aspecto que se destaca es el perjuicio que este tipo de prácticas supone para la sociedad, ya que la energía defraudada terminan pagándola el conjunto de los usuarios, según se pone de relieve.
Desde Endesa se reclama también la colaboración ciudadana, y dispone de un correo (anomalias@enel.com) en el que se pueden notificar las sospechas de existencia de fraude, aportando la calle, el número del portal, el piso y la puerta del domicilio del que se supone que realiza prácticas irregulares. Estas denuncias pueden ser anónimas.
Evolución por municipios
Como es lógico, los municipios con mayor población suelen ser aquellos en los que el número de este tipo de casos es más elevado.
Palma aparece claramente en cabeza. La cifra de expedientes por irregularidades detectadas en este municipio fue en 2015 de 1.210, con 15,5 millones de kilovatios/hora recuperados, para pasar a los 2.035 casos y 25 millones de kw/h en 2016, y descender hasta los 846 expedientes y 8,5 millones de kw/h en 2017.
Muy por detrás quedan otras poblaciones de Mallorca. En el caso de Calvià, la cifra de fraudes localizados ha pasado de los 164 de 2015 a los 190 de 2016 y los 83 de 2017. Por este mismo orden, en Manacor han sido 56, 82 y 44, y en Inca se han contabilizado 75, 161 y 75.
Otros ejemplos son los de Llucmajor, con 109, 176 y 56 expedientes durante los citados ejercicios; Marratxí, con 115, 227 y 97; y Alcúdia, con 102, 101 y 35 casos por ese mismo orden.
Aunque se habla fundamentalmente de la manipulación de los contadores, otra de las prácticas detectadas en las inspecciones es el enganche directo a un contador ajeno para disponer de suministro gratuito.
