El Parlament fue ayer por la mañana escenario de una fenomenal bronca entre la exconsellera de Obras Públicas del Govern de Jaume Matas, Mabel Cabrer, y el diputado de Podemos Aitor Morràs, al hilo de las preguntas del segundo sobre el desfase económico y otras consecuencias negativas de las autopistas de Eivissa. Cabrer alegó sentirse maltratada y ofendida por las cuestiones formuladas por Morrás y por otro diputado del PSIB, Enric Casanova y su partido, el PP, calificó la comisión de investigación de "escándalo y montaje político".

Cabrer y varios diputados del PP ganaron ayer el partido a los grupos que quieren depurar responsabilidades políticas, y penales si se tercia, por los más de 150 millones de euros de sobrecostes de las carreteras ibicencas, unas vías que se impulsaron entre 2003 y 2007. No hubo insultos, pero sí nervios y tonos elevados de voz por parte de la declarante, de sus compañeros de partido y de algunos de los interpelantes.

El espectáculo fue deplorable, como lamentó el presidente de la comisión el socialista Vicenç Thomàs, que acusó en varias ocasiones a Cabrer de obstaculizar las pesquisas.

Los alborotos neutralizaron la comisión y fue imposible poner algo de luz en el caso. Victoria para el PP.

"Miedo a los efectos penales"

Morrás no se cortó con la exdiputada conservadora y le espetó preguntas como si tenía miedo a las consecuencias penales de su comparecencia, quiénes son los autores del mayor atentado de la historia de Eivissa, o cómo se siente por haber formado parte de un Govern corrupto con Jaume Matas.

La exconsellera de Obras Públicas reaccionó como un animal herido ante las palabras del representante de Podemos y pidió amparo a la letrada del Parlament allí presente porque estaba sufriendo un ataque a su honor.

Cabrer enumeró un largo rosario de fallos judiciales de toda clase, auditorías e informes que avalarían la corrección de la gestión del PP en torno a esas carreteras, mientras que dejarían mal parado a su sucesor en la conselleria, el socialista Jaume Carbonero.

"Ustedes (Més, PSIB y Podemos) no quieren que se sepa la verdad que está acreditada con los documentos judiciales, siento vergüenza; no voy a admitirlo; no voy a participar; no puedo contestar a preguntas sesgadas porque estaría cometiendo un delito de falso testimonio", exclamó la declarante ante la comisión.

Cabrer tildó el foro de "juicio político" y Morrás le replicó "claro que hacemos un juicio político porque aquí estamos haciendo política".

La exportavoz del PP sí que quiso dejar claro que ella no está imputada en ninguna causa de corrupción y que en el caso Over (la agencia de publicidad madrileña cuyo dueño ha admitido financiación irregular del PP) declaró como testigo.

"Jamás supe nada del 3%"

Mabel Cabrer negó haber contratado desde su conselleria a Over para campañas publicitarias de las autopistas de Eivissa, aunque admitió que la agencia sí hizo otros anuncios sobre carreteras de las islas, pero a cuenta de las constructoras de esas vías. La compareciente también rechazó conocer a Enrique Ortiz, un constructor alicantino implicado en casos de corrupción.

Nel Martí, de Més por Menorca, le preguntó si sabía algo del 3% de comisión que el PP se llevaba en las islas por cada obra pública, según ha desvelado al juez Castro el exedil de Palma Javier Rodrigo de Santos. "Jamás supe nada", respondió la exconsellera.

El portavoz del grupo parlamentario Més per Mallorca, David Abril, criticó el "boicot" de Mabel Cabrer, durante su comparecencia en la comisión de investigación y censuró la actitud de los diputados del PP a quienes acusó de "hacer de hooligans".

Enric Casanova y Aitor Morrás denostaron la actitud de Cabrer y la "falta de respeto" hacia la comisión. Abril añadió que "Cabrer es quien dirige la estrategia del PP en esta comisión" y que el "show" de ayer fue " una cosa claramente premeditada". Por su parte, Miquel Jerez, del PP, calificó lo ocurrido "de consejo de guerra orquestado desde el Consolat de la Mar" y añadió que su grupo no descarta salirse de la comisión.