Iñaki Urdangarin ha dado a los españoles una lección de cómo hacerse rico con un instituto sin ánimo de lucro en apenas tres años.

Su fórmula en Balears consistió en conseguir más de dos millones de euros del Govern por unos eventos que no costaron ni la mitad de esa suma y dejando de pagar a proveedores como la Universitat de les Illes Balears, a la que adeuda desde 2006 1.5oo euros.

Cobro dos millones de euros y si me puedo escaquear de pagar mil quinientos euros, mejor que mejor. La factura no se perdió en el mar de papeles de Nóos, de hecho se reclamó varias veces. En vano.

La Universitat de les Illes Balears debería guardar ese recibo como oro en paño. Enmarcarlo y enseñarlo a los estudiantes: es una pieza de museo.

El documento serviría a los estudiantes de Derecho, puesto que demostraría hasta dónde llega el afán recaudador de los corruptos.

Los alumnos de estudios empresariales verían con sus propios ojos lo fácil que es hacer un negocio si se dispone de dinero público de sobra y no se cumple con los proveedores.

La rama de Sociología también tendría materia para investigar. Se podría montar un máster con el título "De como se tiraba el dinero público en tonterías antes de la crisis". Matrículas no faltarían para estas interesantes materias.