Los usuarios de Son Espases deben armarse de paciencia cada vez que acuden al servicio de Radiología para someterse a alguna prueba diagnóstica. Según han denunciado los propios profesionales de este departamento, un paciente que deba realizarse una resonancia o un tac (tomografía axial computarizada) ordinario deben aguardar no menos de un año. Las ecografías se demoran en torno a los seis meses, precisaron. Nada que ver con los tiempos de espera de hace un año cuando, según rememoran los especialistas, "la lista de espera no pasaba de los 60 o 90 días".

El doctor Rafael Berlanga, que junto a su compañero de urgencias Alejandro Adrover lidera un movimiento médico de denuncia de las inasumibles listas de espera y del inexorable deterioro de la sanidad pública, añadió que, en lo que llevamos de año, desde Son Llàtzer se han derivado hasta dos mil pruebas diagnósticas al hospital de referencia por la imposibilidad del primer centro sanitario de realizarlas. "Y el problema es que en Son Llàtzer han dejado de hacer resonancias por las tardes", aclaró Berlanga.

El facultativo de urgencias, al valorar las consecuencias de estos retrasos, subrayó que, en primer lugar, está el daño psicológico que se le ocasiona a un paciente que tiene que esperar un año plagado de incertidumbres los resultados de una prueba.

"Otra de las funestas consecuencias de estos largos tiempos de espera es que, cuando llamamos al paciente para darle finalmente cita para la prueba, su familia nos informa de que ha muerto, lo que da un pésima imagen de la sanidad pública", prosiguió Rafael Berlanga. Otra de las consecuencias de las largas esperas es el aluvión de reclamaciones que se están presentando por las demoras en radiología en el servicio de atención al paciente.

"En la programación diaria para realizar estas pruebas, no hay jornada en la que no se produzcan dos o tres ausencias de pacientes que, o bien se han hartado de esperar y han decidido no hacerse la prueba, o bien han recurrido a la sanidad privada, mucho más inmediata. En ambos casos, comprensibles, yo rogaría a estos pacientes que avisaran de que no piensan acudir a la cita para que su hueco pueda ser ocupado por otro usuario y poder reducir así efectivamente las inmanejables listas de espera", rogó el doctor.

Otro problema es que en el servicio de Radiología de Son Espases hay facultativas de baja maternal y médicos a media jornada, lo que impide que haya el número de radiólogos suficiente para interpretar y redactar los informes de las pruebas. "Muchos pacientes con, por ejemplo, dolores abdominales, acuden hartos a urgencias para que les hagan la prueba que llevan tiempo esperando, lo que acaba distorsionando el propio servicio y restándole efectividad", concluyó el facultativo.