Las brisas marinas predominantes en Mallorca, conocidas como embat, tienen una gran influencia en la formación de nubosidad de carácter tormentoso en el interior de la isla y la consecuente distribución espacial de las precipitaciones de verano. Así lo ha comprobado Gabriel Alomar en su tesis doctoral sobre Geografía de la brisa marina en Mallorca, defendida en la UIB.

La brisa marina es un fenómeno atmosférico causado por el calentamiento y el enfriamiento desigual del mar y de la tierra. En Mallorca, el embat se caracteriza por su regularidad y su efectividad. El autor del estudio explica que las brisas tienen una orientación múltiple y normalmente opuesta, de manera que operan simultáneamente desde diferentes costas de la isla y penetran hacia el interior. "La presencia más o menos regular y persistente de episodios de brisa modifica el esquema general del régimen anual de vientos de Mallorca y provoca que el régimen eólico de cada localidad adquiera unas características propias". En su trabajo, Alomar ha analizado los datos sobre vientos de las estaciones meteorológicas del aeropuerto, sa Pobla, Portocolom y Porreres. "El embat es muy potente y es un gran disparador de la convección", ha remarcado el autor. De hecho, ha añadido que "la mayoría de veces que llueve en verano es porque ha soplado el embat".

El análisis de Alomar ha permitido comprobar que la bahía de Palma el embat sopla de componente suroeste mientras que en Alcúdia la circulación predominante es de noreste y de manera secundaria del este. En cambio, la costa del Llevant cuenta con una régimen de brisas más complejo. Por su parte, en el interior se nota la influencia de las brisas del sur y del este. El estudio remarca que "el carácter centrípeto de las brisas diurnas ocasiona convergencias en ciertas áreas del interior de Mallorca, hecho que sirve de detonante de la convección en situaciones de inestabilidad atmosférica. Así, una parte significativa de las precipitaciones estivales puede atribuirse a la confluencia de brisas, de manera que las lluvias de verano tienden a producirse sobre la zona central de la isla".

Influencia en la agricultura

Otro de los objetivos de la tesis doctoral defendida en la UIB ha sido interpretar los aprovechamientos energéticos del viento en la distribución de infraestructuras agrarias que se instalaron antes del boom turístico. En concreto, las instalaciones que directa o indirectamente utilizaban la energía eólica como fuerza de trabajo son las eres de batre y los molinos de viento. Las primeras servían para obtener el grano y los segundos, para molerlo. En ambos casos, su ubicación se justifica por la calidad y cantidad del recurso eólico disponible. En concreto, el estudio demuestra que la ubicación de las eres se pueden interpretar en clave climática. Así, Alomar ha elaborado una cartografía inédita de las eres de Mallorca basada en una fotografía aérea de 1956, época en que el espacio agrario insular estaba plenamente operativo. El autor especificó que ha localizado unas seis mil infraestructuras.

La tesis concluye que estas infraestructuras constituyen un indicador indirecto de la dirección del embat. Y es que el grano, ha explicado Alomar, se separaba de la espiga a través del ventado. Así, el grano quedaba en la era y la paja volaba hacía un lado en función de la dirección del viento. En la fotografía aérea, el autor ha podido localizar unas 500 eres con el resto de la paja en uno de los lados, a partir de aquí, ha podido deducir la dirección del viento durante el mes de julio de 1956.

En el centro

Así, la isla aparece, a grandes rasgos, separada al menos por dos regímenes principales de distinta naturaleza eólica: unos septentrional y otro meridional. La frontera entre ambos parece, concluye el estudio, que se sitúa en la zona central de la isla.