El Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS), organismo dependiente del Consell de Mallorca, compró 400 pulseras con chip para vigilar a los ancianos y a los trabajadores de la residencia geriátrica de la Bonanova. El coste de la operación, adjudicada a mediados de 2010 por el Consell, fue de 194.000 euros. Algunas quejas de familiares de los ancianos y la oposición en redondo de los sindicatos a ser vigilados por chip, propiciaron la paralización del proyecto. A día de hoy sólo se utilizan 150 pulseras para los mayores con demencia senil.

Los trabajadores, a través del boletín del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), calificaron la implantación de las pulseras de vigilancia de "sistema fascista".

La empresa catalana Gema fue la ganadora del concurso para suministrar las pulseras al Consell. Los dispositivos para los mayores son similares a los que se colocan a los maltratadores, mientras que para los empleados tiene el mismo sistema electrónico, pero estaba previsto que lo llevaran en la solapa. El mecanismo funciona mediante radiofrecuencia con cobertura en todo el recinto de la residencia de la Bonanova. Los individuos que los debían llevar (ancianos y trabajadores) estarían controlados a través de monitores para seguir cada uno de sus pasos. Además de localizar, también identifican a la persona y cuentan con un sistema de protección mediante alarma para avisar en caso de incidencia.

La residencia de la Bonanova cuenta con unos 500 residentes y cerca de 400 trabajadores que se encargan del cuidado de los mayores. En total el Consell compró más de 300 pulseras para los ancianos residentes y unos 80 dispositivos para repartir a los trabajadores de los diferentes turnos de guardia.

Facilitar el trabajo

Según explicó Javier de Juan, coordinador del área asistencial del IMAS, "la red de alarmas de las habitaciones se estropeó y decidimos poner en marcha este sistema, ya que de esta forma se podía controlar mejor a los residentes que por su enfermedad pueden llegar a escaparse. El dispositivo para los empleados no era para vigilarlos a ellos, sólo tenía el objetivo de facilitarles el trabajo y que en cualquier punto de la residencia pudieran dar la alarma mediante el aparato en caso de incidencia". De Juan reconoció que al poner en marcha el proyecto, y comprar las pulseras por 194.000 euros, no advirtieron "que los trabajadores se pudieran sentir vigilados y se molestaran. Son cosas que pasan", afirmó.

El coordinador del área asistencial del Consell admitió que la instalación de los dispositivos se paralizó "por las protestas de los trabajadores". Este periódico ha podido saber que también hubo quejas de familiares de ancianos que no tienen sus facultades mermadas y que consideraban excesivo que le colocaran una pulsera a su abuelo.

La gran mayoría de aparatos están almacenados sin utilizarse en la residencia de la Bonanova. Javier de Juan apuntó que están intentando devolver las pulseras a la empresa concesionaria para evitar perder la mayor parte de los 194.000 euros invertidos en los dispositivos, antenas y monitores de vigilancia.

"Es un sistema avanzado"

En el Consell de Mallorca mantienen que el sistema de pulseras para la localización de personas es un "sistema avanzado que se utiliza en muchas residencia de España. Nosotros no somos pioneros en ello". Por este motivo Javier de Juan indicó que no descartan "intentar implantar el sistema poco a poco y sin traumas. Pediremos permiso a los familiares de los residentes". También confían en poder "convencer" a algunos empleados que los quieran utilizar para experimentar su funcionamiento.

El resto de residencias del Consell y las de los ayuntamientos sólo tienen el sistema de alarma en las habitaciones mediante un pulsador eléctrico.

LA CIFRA

194.000 €: Adjudicación final del servicio

El Consell adjudicó por esta cantidad el servicio de control y vigilancia de ancianos y trabajadores en la residencia de la Bonanova. El concurso público salió por 213.357 euros, pero la empresa adjudicataria, Gema, se comprometió a realizar la instalación y suministrar las pulseras y dispositivos por 194.000 euros.