El comité de empresa de la residencia de la Bonanova se plantó y exigió a los responsables del Consell que paralizara el proyecto de las pulseras para los empleados. En uno de los boletines de Comisiones Obreras (CCOO) se felicitan por "haber paralizado el intento de poner en marcha un ´Gran Hermano´ entre los trabajadores de la Bonanova".

Califican el sistema que quería implantar el Consell en el centro geriátrico de "fascista". El boletín interno para los trabajadores afirma que la sección sindical de UGT y CCOO en el IMAS con sus protestas ha propiciado la paralización del "sistema fascista de control de movimientos del personal durante todas las horas de trabajo".

Asimismo apuntan que se continuarán "oponiendo con contundencia a la implantación de sistemas injustificados de control del personal".

Los trabajadores consideran un gasto inútil que el Consell destinara 213.000 euros, que con la oferta de la empresa concesionaria se han quedado en 194.000 euros, para vigilar a los trabajadores y a los ancianos residentes.

Los sindicatos están convencidos que los dirigentes del Consell y los responsables directos de la residencia de la Bonanova tenían el claro objetivo de "vigilar sus movimientos" y aprovecharon la idea de las pulseras a los ancianos para extenderlo también a los trabajadores.

Desde el Consell consideraron exageradas las protestas de los sindicatos y negaron que la puesta en marcha del sistema de pulseras tuviese el objetivo de vigilar a los trabajadores. Javier de Juan recordó que cuando los trabajadores se negaron a llevar los dispositivos, de forma automática, se paralizó el proyecto para no herir sensibilidades.