Con el último detenido por un caso de corrupción ligado al anterior Govern del PP aún en comisaría, el actual líder del partido tiró de "coherencia" para prometer ante los nuevos afiliados a los que ayer daba la bienvenida que en las próximas listas electorales no verán el nombre de ningún imputado. "Nuestra formación no debe ofrecer ningún síntoma de corrupción", argumentaba el presidente del PP balear.

José Ramón Bauzá desmarcaba así a su partido del caso Bomsai, en el que están imputados por malversación y prevaricación un ex conseller de Jaume Matas y otros tres ex altos cargos del PP, entre los que destaca Jorge Sainz de Baranda, adjunto al propio Bauzá hasta el momento de su imputación. "La corrupción no afecta a un partido en exclusiva. No es patrimonio ni propiedad privada de nadie. Afecta a todos", razonaba Bauzá, que ponía el acento en el hecho de que el PP haya sido capaz en estas circunstancias de captar 900 afiliados en Mallorca. "Hemos demostrados que estamos haciendo una renovación absoluta del partido, actuando con criterio, coherencia, sentido común y anticipación", añadía el líder del PP.

Segundos antes, Bauzá se había dirigido a los dos centenares de militantes y simpatizantes que se reunieron a media mañana en el Moll de las Golondrinas para arropar a los nuevos afiliados del PP mallorquín, a los que agradecía la participación y lanzaba una advertencia: "El que busque en el PP algo que no sea vocación de servicio y de partido se ha equivocado de sitio", avisaba, antes de recordar que "a un año de las elecciones" los militantes han de "hacer campaña cada día". "No se trata de qué puede hacer el partido por nosotros, sino de qué podemos hacer nosotros por el partido", concluía, parafraseando al ex presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy.