Jaume Matas, su esposa Maite, el cuñado Fernando y el amigo Bartomeu Reus disponen de tres días para aclarar el origen de su patrimonio y desmarcarse del reguero de irregularidades halladas bajo los cimientos del Palma Arena. Frente a ellos, el juez José Castro y los fiscales Juan Carrau y Pedro Horrach, quienes están a punto de colocar la guinda a una minuciosa investigación que les ha conducido hasta la figura más alta de la Comunidad en la pasada legislatura: el president.

JAUME MATAS I PALOU. El nieto de rojos metido a ultraliberal y bajo la lupa de la Justicia

De seguir la tradición familiar, Jaume Matas (Palma, 1956) habría ingresado en las filas socialistas. Su bisabuelo despuntó como líder izquierdoso y administrador de la revista El Obrero Balear. Sus tíos abuelos Joan y Josep trabajaron para el Ayuntamiento de Llorenç Bisbal, durante la Segunda República. Al producirse el golpe de Estado de 1936, los tres familiares del ex president huyeron hacia Argel, pero el mar les arrojó en la Italia de Mussolini. El abuelo de Matas no viajó pero intermedió en la compra de la barca de seis metros de eslora.

El nieto abrazó la derecha y los principios ultraliberales, tan loados en sus discursos como president de Balears y ministro de Medio Ambiente. En la práctica Jaume Matas se olvidó de dichos fundamentos y multiplicó las empresas públicas de la Comunidad, las obras civiles y la deuda autonómica. Eso fue en la cima del poder. Antes de llegar a lo más alto estudió Economía en la Universidad de Valencia, regentó una tienda de electrodomésticos sin demasiado éxito y formó parte del cuerpo de inspectores de Hacienda. El conseller de Economía, Alexandre Forcades, le reclamó como director general de Presupuestos en 1989. Cuatro años después, Matas sustituyó a su mentor Forcades. Comenzó la cuarta legislatura de subalterno y terminó como president autonómico tras asistir a las dimisiones de Gabriel Cañellas y Cristòfol Soler. A los dos les acuchilló por la espalda, políticamente hablando. Su estancia en el Consolat de Mar duró poco. Perdió la mayoría absoluta en favor de Francesc Antich. José María Aznar le rescató de la bancada de la oposición y le nombró ministro de Medio Ambiente entre 2000 y 2003. En ese intervalo de tiempo impulsó el controvertido Plan Hidrológico Nacional y recibió una oleada de críticas por su respuesta a la mayor catástrofe medioambiental de Galicia, el hundimiento del petrolero Prestige. Volvió triunfador al Consolat de Mar en 2003 y ´escapó´ a Nueva York en 2007. A su currículum hay que añadir los casos de corrupción Bitel, Mapau y Palma Arena.

MAITE AREAL MONTESINOS. La "princesa" de Lecturas que compraba con billetes de 500

Maite Areal (Villajoyosa, Alicante, 1950) saltó a la escena pública con el reportaje de cinco páginas de la revista Lecturas, en octubre de 2006. En aquel número, Matas la piropeó con un "Maite es mi princesa". Según relató el propio ex president a Lecturas, se conocieron y se enamoraron en Valencia, en cuya universidad coincidieron. Mantuvieron tres años de noviazgo y contrajeron matrimonio el 7 de enero de 1978

La investigación sobre el presunto enriquecimiento ilícito de Matas concede a Maite un papel primordial. En las llamadas interceptadas por la Policía, varios imputados la describen como una mujer obsesionada con el lujo y el ascenso social. Una obstinación que, según estos comentarios no exentos de machismo, habría contagiado a su marido.

La Guardia Civil ha encontrado un reguero de compras de Maite Areal ejecutadas en efectivo y con billetes de 500 euros. Las indagaciones de los agentes mencionan relojes, joyas, productos de menaje y hasta un coche de la marca Mini, modelo Cooper, de color blanco y con el techo negro. Este automóvil alcanza un precio aproximado de 24.000 euros. La mujer de Jaume Matas abonó este vehículo al contado con billetes morados, según han confirmado los comerciales del concesionario de Palma que se lo vendieron. El decorador y dueño de la empresa Denario ha admitido ante el juez Castro que Maite Areal le entregaba sobres cerrados repletos de dinero para pagar a los proveedores del palacete. Atrás quedaron los tiempos de maestra de escuela y dependienta de la tienda de electrodomésticos de su marido.

Maite prosperó. Durante su estancia en Madrid se zambulló en la política como asesora de Educación de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. A su vuelta a Mallorca estuvo en nómina de una asesoría tributaria y de un hotel de Miquel Ramis Martorell, ex alcalde de Muro. El juez y los fiscales se preguntan qué contraprestación obtuvieron el hotelero y los asesores.

BARTOMEU REUS BELTRÁN. Las ventajas y los inconvenientes de ser siempre fiel al jefe

La fidelidad a sus superiores y su aprecio por el trabajo fuera de foco son los dos rasgos que distinguen a Bartomeu Reus, superviviente a tres presidentes autonómicos. Cañellas le nombró conseller de Obras Públicas en 1993. Cristòfol Soler le convirtió en su hombre de confianza y Reus le defendió hasta el último momento, en aquella reunión del grupo parlamentario donde se exigió su cabeza. Pese a la incómoda situación en que quedó al caer Soler, Matas le incorporó a su gabinete y en 1997 le hizo el mejor regalo que jamás pudiera imaginar. Ese año dejó la conselleria de Medio Ambiente para relevar a Feliciano Fuster en la presidencia de Gesa, cargo que conservó hasta octubre del año pasado, cuando la imputación en el caso Palma Arena hizo insostenible su permanencia al frente de la eléctrica.

Nunca pensó este inquer que su lealtad a los jerarcas le llevaría tan alto y luego le arrastraría frente a un juez de instrucción. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y máster en Derecho Mercantil y Tributario, ahora ocupa las páginas de los periódicos como simple supuesto testaferro de Jaume Matas. Bartomeu Reus aparece en las escrituras como propietario de la vivienda de la calle Don Ramón de la Cruz, en Madrid. La versión oficial dice que la familia Matas le paga 1.500 euros al mes en concepto de alquiler. Los investigadores sostienen que el piso del barrio Salamanca pertenece al ex president, puesto que fue su esposa Maite Areal la que lo eligió sobre plano. Fernando Areal, hermano de Maite, pagó a la constructora 100.000 euros en concepto de reserva.

Salvo que se salte el guión, Bartomeu Reus seguirá su máxima de fidelidad al jefe, una cualidad que le ha reportado numerosos beneficios a lo largo de la vida. Argumentará que él compró el piso por 1,2 millones de euros y que Matas sólo lo ocupa en calidad de inquilino.

FERNANDO AREAL MONTESINOS. De profesión cuñadísimo y gerente del partido, la fundación y la sicav

Fernando Areal ha dado en los últimos años la cara por su cuñado, mientras éste disfrutaba del anonimato en Nueva York, Miami, Washington o allá donde viviera. Las investigaciones convierten a este apoderado de Bancaja en el ´señor marrón´, el encargado de trastear con los trapos sucios. Fue tesorero del PP, gerente de la fundación del partido (Antonio Maura), administrador de las propiedades de Matas y gestor bancario de varias sociedades de inversiones de capital variable (Sicav).

Una de estas sicav pertenece al promotor inmobiliario Vicente Grande y la otra captó más de un millón de euros de la constructora Melchor Mascaró, adjudicataria junto a FCC de buena parte de las obras del velódromo Palma Arena. Los fiscales y el juez tratan de dilucidar si Matas saca tajada de las sicav.

Fernando Areal aparece involucrado de lleno en el caso Palma Arena gracias al empresario publicitario Miguel Romero, propietario de la agencia Nimbus. Romero confesó en agosto del año pasado que había recibido 71.000 euros en dinero negro de manos del cuñado de Matas. Una de las asalariadas de la agencia admitió que los servicios dispensados al PP se cobraban casi a precio de coste y sin emitir facturas.

El cuñado desarrolló una labor incansable en los últimos años. Lo mismo gestionaba una sicav que organizaba el último mitin electoral de 2007, el celebrado en el Palma Arena con asistencia de Mariano Rajoy. Un fax remitido al Govern por la empresa de seguridad saca los colores a Areal, quien quiso cargar los costes del evento a las arcas autonómicas. "Este servicio se prestó a petición del sr. Fernando Areal, para un mitin del Partido Popular, por lo que no hay un contrato firmado", concreta el fax.

Podría pensarse que Matas esclavizaba a su cuñado con tanto trabajo, pero también tuvo detalles hacia él. En la pasada legislatura nombró a su mujer, Encarnación Padilla, directora general de Tecnología y Comunicaciones.