El president del Govern, Francesc Antich, acabó ayer una intensa jornada de reuniones con los partidos del Pacto negociando con UM y Bloc la continuidad de su alianza, eludiendo el mandato que la Ejecutiva del PSOE le había dado el día anterior para que rompiera con UM. Antich citó a sus socios de legislatura, con quienes se había reunido por separado por la mañana, a las 19,30 horas de la tarde. Sobre la mesa, un paquete de medidas anticorrupción como principal argumento para justificar la continuidad. Los socios seguirán negociando hoy este documento tras consultarlo con sus Ejecutivas. Según el presidente de UM, Miquel Àngel Flaquer, las medidas no implicarían el abandono de los cargos por parte de ninguno de sus dirigentes imputados.

El jueves, tras la reunión de la Ejecutiva socialista, Antich planteó un escenario en el que, tras su previsión de reunirse con todas las fuerzas políticas incluida el PP, adoptaría una decisión con el fin de recuperar la estabilidad en las instituciones, sin descartar la convocatoria de elecciones anticipadas si este objetivo no era posible. El mandato de la dirección del PSOE para que rompiera con UM fue claro, aunque Antich tenía las manos libres para decidir el momento de la ruptura. Así, el president era partidario de salvar antes los presupuestos para 2010, que se debatirán a mediados de mes.

Sin embargo, mientras se reunía con UM y Bloc por la mañana, se produjo un cambio en sus previsiones: el PP se negaba a acudir a la cita. El nuevo presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, y el vicesecretario del partido, Antoni Pastor, exigieron inesperadamente que Antich, la presidenta del Consell, Francina Armengol, y la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, se sometieran a cuestiones de confianza. La decisión de los populares es contraria a la planteada hasta ahora por el presidente del PP, José Ramón Bauzá, quien había ofrecido a Antich un pacto de Estado que le permitiría gobernar en solitario.

De este modo, el jefe del Ejecutivo perdía una importante capacidad de maniobra. Por la mañana, reconoció a Bloc y UM que una parte importante del PSOE quería la ruptura con los uemitas. Tras las declaraciones de Rodríguez, Antich se reunió en el Consolat de Mar con Calvo y Armengol. Poco después citaba a la secretaria de organización del PSOE, Rosa María Alberdi, y al portavoz parlamentario, Antoni Diéguez. "Está claro que en el PP ahora manda Rodríguez, que es el pasado, y difícilmente podemos llegar a acuerdos", declaró Diéguez tras la reunión. De inmediato, Antich convocó a los dirigentes del Bloc y de UM para una reunión conjunta.

"Se está avanzando en una serie de medidas de carácter ético y contra la corrupción y en las próximas horas volveremos a hablar", explicó el líder del Bloc, Biel Barceló, al salir de este encuentro. "UM no tiene ningún problema en aceptar estas medidas anticorrupción. Para nosotros no hay ningún problema con las propuestas que supongan transparencia y dar una imagen de gestión honesta", dijo el líder de UM.

Por la mañana, Flaquer había garantizado a Antich el apoyo da los presupuestos por parte de UM y del diputado Bartomeu Vicens, quien fue expulsado de las filas uemitas por su imputación en el caso Son Oms. Respecto al Ayuntamiento de Palma, afirmó que el concejal Miquel Nadal estaba "dispuesto" a seguir gobernando con el Pacto e insistió en que UM apuesta por la "estabilidad". Barceló también precisó que "el apoyo claro" de Nadal en Cort era fundamental. Antich no hizo declaraciones.