Jaume Matas, el ex president del anterior Govern del PP, justificó su demora en el abono de los 900.000 euros por la compra de la planta primera de la antigua casa señorial de la calle San Felio, 8 de Palma en que carecía de fondos, incluso para abonar el IVA de dicha operación, 63.000 euros, según la promotora Nova Labritja S.L., que se ha desvinculado completamente de la reforma y equipamiento de la vivienda. Matas, a pesar de carecer de dinero, emprendió en 2004 las obras de rehabilitación del piso conocido coloquialmente como "el palacete" y lo dotó de un lujoso ajuar.

Nova Labritja, vinculada al matrimonio de abogados formado por Juan Buades y María Teresa Castellá, ha revelado a los investigadores del caso Palma Arena datos sobre el patrimonio de Matas que se ignoraban. La empresa afirma que pactó verbalmente con Matas en abril del 2004 la compra del primer piso, o planta noble, de la antigua casa señorial por 900.000 euros. La fiscalía anticorrupción y la Agencia Tributaria tenían hasta ahora como fecha de la operación la de 25 de octubre de 2006, día en que se firmó la escritura de compraventa por Matas.

La empresa vendió de palabra en marzo-abril de 2004 el resto de viviendas en las que se iba a dividir la vetusta casa señorial.

Los compradores, Matas incluido, pudieron disponer inmediatamente de sus casas para poder reformarlas, decorarlas y ponerlas en condiciones de ser habitadas. El entonces president invirtió decenas de miles de euros en la reforma y decoración del piso entre 2004 y 2008. La mayoría de las facturas por esos servicios no fueron abonadas hasta finales del 2006 por Matas y su esposa Maite Areal.

Matas encargó a un constructor de sa Pobla, Juan Serra Cladera, en 2004 que iniciara las obras de rehabilitación de su piso. Los albañiles empezaron a hacer catas en las paredes para averiguar el estado del edificio y suscitaron la alarma en los técnicos que dirigían la reforma de las zonas comunes del "palacete" y coordinaban todo el proyecto. Todos los vecinos de San Felio, 8, menos el president del Govern, firmaron las escrituras de compraventa entre octubre del 2004 y enero del 2005, según los planes previstos por la promotora. Nova Labritja para emprender el negocio había suscrito una hipoteca con la Caja de Arquitectos (Arquía), con la posibilidad de que los compradores se subrogasen después en la parte de este préstamo correspondiente a sus viviendas. El también presidente insular del PP anunció que asumiría la hipoteca de Arquía, pero no firmó esa escritura hasta octubre del 2006.

Matas y Areal tenían que abonar 900.000 euros, más otros 63.000 euros del IVA, pero alegaron a la promotora que no disponían de dinero ni para el impuesto.

El matrimonio explicó que tenían a la venta su casa de Cas Catalá, operación que esperaban materializar en breve para poder comprar el piso de San Felio. "La realidad es que el matrimonio Matas-Areal no vendió su vivienda con la rapidez que habían anunciado, generando un aumento de onerosidad y coste para la promotora", ha explicado Buades al juez. Esa demora fue penalizada con un incremento de 50.000 euros para Matas, que acabó pagando por la casa 1.016.500 euros.