Dos testigos aseguran que vieron el pasado domingo a la terrorista Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, una de las etarras sospechosas de haber participado en los recientes atentados cometidos en la isla, en los alrededores de la Porta de Sant Antoni, un lugar próximo a la Plaza Mayor donde ese mismo día estallaba uno de los artefactos colocados por ETA en Palma.

La terrorista, de pelo corto y pelirroja según las imágenes difundidas por las Fuerzas de Seguridad del Estado, iba ataviada con una chilaba –pieza de vestir con capucha utilizada por los magrebíes–, según afirmaron los dos vecinos de la zona que reconocieron a la terrorista, revelaron fuentes próximas a la investigación de los recientes atentados.

Esta es una de las pocas pistas fiables que en la actualidad manejan los investigadores y pondría de manifiesto que los terroristas continuarían en la isla tras la cadena de explosiones del pasado domingo en varios puntos de Ciutat. El artefacto explosivo colocado en las galerías comerciales situadas en los bajos de la Plaza Mayor, como confirmó el ministro del Interior Pérez Rubalcaba, fue ubicado en los servicios de los establecimientos aunque, a diferencia que en las tres explosiones precedentes, se instaló en los aseos masculinos.

Críticas de la Policía Local

De otro lado, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) denunció ayer que "en ningún caso" se contó con la colaboración de los policías locales el domingo pasado en Palma, y afirma que estos agentes fueron menospreciados por los responsables de la seguridad, informa Efe. El CSI·F asegura que la Policía Local dispone en Mallorca de unos 3.000 efectivos que podrían haber participado en la Operación Jaula activada tras el primer atentado en Palmanova, aunque desde entonces se ha prohibido expresamente que sus efectivos realicen controles policiales.

Por último, los sindicatos de la Policía Nacional en Balears han reclamado al delegado del Gobierno, Ramon Socías, una reunión para tratar sobre la seguridad en las dependencias policiales.