El comercio balear va a llegar al otoño "en el peor escenario de los últimos ocho años" según se destaca en el último informe elaborado por la patronal Pimeco sobre la situación del sector. Tanto su presidente, Bernat Coll, como el de Afedeco, Bartolomé Servera, anuncian que la situación de debilidad económica de muchos establecimientos y el "terrible" parón en la demanda que se espera para los meses de octubre y noviembre van a provocar el cierre de numerosas tiendas antes de que concluya el año.

Desde ambas patronales se coincide en que la campaña de rebajas ha sido insuficiente para salvar la mala temporada que se arrastraba desde marzo. Según Servera, la caída de las ventas en el comercio en lo que va de año se podría cifrar en un 15% respecto a 2008, pero recuerda que ese ejercicio ya se cerró con una caída de la demanda.

Por su parte, Pimeco apunta que la facturación durante el primer mes de rebajas ha descendido en el comercio mallorquín en torno a un 9% de media, pese a que en el centro de Palma se detecta un aumento del 3%.

El previsible incremento del paro tras una temporada turística que se perfila como especialmente corta –algunos hoteles ya plantean cerrar sus puertas en septiembre– va a conllevar un nuevo descenso en el consumo, que en opinión de ambas patronales será especialmente intenso durante los dos meses antes señalados, hasta que se inicie el tradicional repunte de diciembre generado por la proximidad de la campaña navideña. Incluso en el caso del consumo que se genera con motivo de estas fiestas no existen previsiones excesivamente optimistas, según se admite desde Afedeco.

El presidente de Pimeco indicó que esta crisis del sector se va a agravar al levantarse la moratoria que actualmente pesa sobre las grandes empresas comerciales, aunque admite que su mantenimiento ya era inviable.

"De mal en peor"

En cualquier caso, ambos presidentes son de la opinión de que "lo más duro está por llegar". Bernat Coll destaca que a lo largo de este año el sector ha ido "de mal en peor" sin que los comerciantes hayan podido desarrollar estrategias para reactivar el consumo, como se refleja en que las ventas en rebajas han sido débiles pese a que los descuentos que se han ofrecido han sido mucho más altos que en años anteriores.

En opinión del máximo responsable de Pimeco, los cierres que se esperan no van a afectar sólo a pequeños establecimientos de dos o tres trabajadores, sino también a los de mediano tamaño, que se aproximan a los 10 empleados.

La esperanza del sector, según puso de relieve Bernat Coll, es que el consumo comience a reactivarse a partir de la Semana Santa del próximo año, aunque admitió que se trata más de un deseo que de un pronóstico.