El Govern balear y el Ejecutivo central sellaron ayer el protocolo de colaboración para la adquisición de la finca de Planícia, por el cual el ministerio de Medio Ambiente aportará 10 de los 11,18 millones de euros que ha costado el incorporar esta zona de gran valor ecológico al patrimonio público. Con este convenio, el Gobierno central será titular de 427 hectáreas de Planícia mientras que la conselleria de Medio Ambiente lo será de las restantes 18 hectáreas que incluyen las casas de la posesión, de 1.400 metros cuadrados, y gestionará la finca.

Entre los objetivos que persigue la adquisición de Planícia se encuentra el estudio de diversos usos medioambientales, como pueda ser el albergar un refugio de excursionistas, el centro de interpretación de la Serra de Tramuntana o el desarrollo de actividades de educación ambiental o experimentación.

El acuerdo fue rubricado ayer en Madrid por la ministra Elena Espinosa y por el president del Govern, Francesc Antich, durante un acto en el que destacaron la buena colaboración existente entre ambas administraciones. Al acto también acudió el conseller de Medio Ambiente, Miguel Ángel Grimalt.

En una comparecencia conjunta, Espinosa agradeció al actual Ejecutivo autonómico su trabajo en favor del desarrollo sostenible de las islas, dado que su riqueza medioambiental es uno de los grandes valores de la comunidad.

"Es una finca que tiene un gran valor ecológico, que está ubicada en el paraje de la Serra de Tramuntana, y quiero agradecer públicamente al president de Balears el que nos haya permitido el trabajar conjuntamente para enriquecer nuestro Dominio Público Marítimo Terrestre", señaló Espinosa.

Mientras, Antich destacó la sintonía con el Gobierno central en materia medioambiental, como muestra los protocolos en materia de calidad y depuración de aguas que ascienden aproximadamente 450 millones de euros. Sobre la adquisición de Planícia, el president añadió que sus recursos naturales son "de primer orden" y con una serie de edificios que pueden dedicarse al centro de interpretación de la Serra de Tramuntana, que asimismo es una de las zonas de más valor ecológico del archipiélago.

"Ahora estará al servicio de la ciudadanía y pasará a esa red de espacios protegidos y al servicio de nuestra gente", agregó Antich quien resaltó que esta incorporación al patrimonio público también conllevará un mayor atractivo turístico para Balears.