Según informa la Policía Local de Palma, tras recibir los primeros avisos varias patrullas acudieron al lugar, el puente de la calle Joan de Saridakis que salva la autopista de Andratx, con una altura de unos veinte metros. Los dos motoristas que llegaron al lugar primero vieron a un hombre en el exterior de la barandilla, sobre unos tubos y en una situación muy precaria. El hombre les dijo que no se acercaran porque se iba a tirar.

La Policía cortó el tráfico, tanto en la calle como en la autopista, ante el evidente riesgo en el que se encontraba. Se activó a Bombers, un psicólogo y el 061. Fue entonces cuando uno de los motoristas de la Policía, Juanjo Pinos, se acercó a hablar con él. "Me mantuve a unos cuatro metros, siempre respetando su distancia de seguridad para no ponerle nervioso", explica el agente. "Y empecé a hablar con él, a interesarme por lo que le había llevado a esta situación". Fueron quince minutos que, confiesa Pinos, "se hicieron muy largos". Al principio el hombre no parecía hacer caso de lo que le decía el policía, pero lentamente fue entablando una conversación. "Hubo un momento en el que le cambió la mirada y empezó a hablar conmigo", hasta que consiguió que desistiera y volviera al interior del puente de forma voluntaria. El hombre, de 26 años, fue atendido entonces por la dotación de la ambulancia y trasladado al hospital de Son Espases.